Muere periodista en cuarto día de protestas
El presidente de Nicaragua acepta sentarse con los empresarios para buscar una alternativa a la polémica reforma que desató el descontento
Páginas 32-33
MANAGUA. La agitación social se mantuvo ayer por cuarto día en Nicaragua pese a que el presidente Daniel Ortega anunció que buscaría junto con los empresarios una alternativa a la reforma a la seguridad social, que desencadenó las protestas más fuertes vistas en los últimos 11 años de Gobierno sandinista. Los brotes violentos durante las protestas han cobrado una decena de muertos según el Gobierno de Nicaragua, y al menos 13, entre ellos un adolescente y un policía, de acuerdo con los diversos grupos manifestantes, en tanto que la Cruz Roja Nicaragüense reporta 88 heridos. En un mensaje a la Nación transmitido por cadena obligada de radio y televisión, Ortega, quien apareció por primera vez desde que comenzó la crisis el pasado miércoles, reafirmó que retomarán el diálogo con el sector privado para discutir sobre las nuevas medidas en la seguridad social. “Si en la mesa (de diálogo con losempresarios) seencuentra una mejor forma de aplicar ese ajuste”, se puede reformar ese decreto o anularlo y hacer uno nuevo, dijo. Mientras el gobernante daba su mensaje a la Nación seguían los enfrentamientos en Managua entre manifestantes y la Policía y los afectos al Gobierno, una escena que se repite desde el miércoles. Ortega responsabilizó de la violencia a “pequeños grupos de la oposición” que “conspiran contra el modelo de alianzas, porque piensan que entonces van a tomar el Gobierno y no les importa a costa de lo que sea”. “Mientras Ortega habla de diálogo, en estos momentos estudiantes y pobladores continúan siendo agredidos, reprimidos por las fuerza del régimen”, denunció en una declaración el Frente Amplio Democrático (FAD), integrado por dirigentes de la antigua principal fuerza opositora de Nicaragua, entre otros. Según el FAD “pandillas armadas acompañadas de los antimotines y fuerzas de la Policía Nacional, en un verda-
dero ejercicio de terrorismo de Estado, han ejecutado los actos más atroces de los últimos años”.
Descontento. En las calles los manifestantes quemaron llantas, levantaron barricadas, mantenían banderas de Nicaragua, emitían cantos contra el Gobierno y gritaban ofensas al matrimonio Ortega Murillo, al que reclamaron por la democracia y compararon con la familia Somoza, que subyugó Nicaragua desde 1934 hasta 1979. Edificios públicos en ciudades como León, Granada, Managua y Masaya, fueron quemados, así como casas de campaña y empresas relacionadas con el FSLN, según denunció el Gobierno de Nicaragua a través de medios oficialistas. Además se reportaron saqueos. También habían focos de tensión en la Universidad Politécnica, uno de los bastiones de los manifestantes.
Condiciones. El gremio empresarial de Nicaragua advirtió ayer que “no puede haber un diálogo” con el gobierno si no cesa de inmediato la represión policial. “Demandamos urgente al gobierno cesar de inmediato la represión policial y de las fuerzas de choque afines al gobierno y garantizar el derecho a la libre movilización pacífica”, demandó la patronal en un comunicado. Los empresarios piden asimismo “liberar de forma inmediata a los ciudadanos detenidos por ejercer su derecho a expresarse libre y pacíficamente” y “garantizar la irrestricta libertad de prensa y expresión”. El comunicado, firmado por las cámaras que integran el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), reconoce que las protestas “van más allá del descontento de las reformas del sistema de pensiones”. “No podemos ir a un diálogo si no se cumplen estas condiciones para establecerlo”, dijo el Cosep, que propone abrir una “agenda amplia en la que se incluyan los temas de interés nacional”. El Cosep sugirió integrar al diálogo a representantes de jóvenes, sectores académicos y la conferencia Episcopal.