CARTASALADiRECCión
¿Juntos o revueltos?
Después de las elecciones del 27 de noviembre de 2017 hasta la fecha hemos visto que el papel de la Alianza se ha deteriorado más y más. Esto porque si bien es cierto el gane del ahora gobernante es un poco dudoso, los reclamos, los dimes y diretes, peleas e indiferencias entre el líder del Partido Libertad y Refundación (Libre) y Salvador Nasralla han incrementado. Después de que ambos se unieran para luchar contra el sistema y crear cambios positivos al país hoy se desintegran. Salvador ha mencionado en reiteradas ocasiones que se debe cambiar todo el sistema para poder tener un Gobierno libre de mañas. Mientras que Mel Zelaya, desde los últimos meses de su mandato, siempre pensó en la constituyente, consultando a la población; por ejemplo, si está o no de acuerdo con la reelección y otros temas que provocaron el golpe de Estado, por el que Honduras no ha podido ver la luz desde entonces. La reelección llegó, y nuestro actual gobernante deberá cumplir un mandato de cuatro años más y la Alianza ha tratado por muchos medios irrumpir ese Gobierno. Ahora, Salvador ha declarado que su Alianza será con Luis Zelaya, representante del Partido Liberal y con quien muchos analistas opinan que podría tener mucho éxito. Aunque el camino para que Salvador sea el representante a Presidente en las próximas elecciones sea difícil, lo ven positivo porque al final ambos líderes tienen ideologías cercanas, cosa que no parecía lo mismo entre el coordinador de Libre y el señor Nasralla. El divorcio entre ambos señores comenzó hace mucho, opinan analistas y los que saben de la materia, y otros dicen que Zelaya y Nasralla se necesitan mutuamente para derrocar al dictador y la población se siente indignada porque al final el sistema de impunidad, corrupción e injusticia siempre será el mismo si estos personajes solo se dedican a pelear y no hacer nada por cambiar el rumbo de Honduras.