Fábrica textil da segunda oportunidad a expandilleros
Tras renunciar a la MS-13 y Barrio 18, los expandilleros ahora confeccionan camisetas para universidades de EEUU
SAN SALVADOR. Cientos de expandilleros en El Salvador han logrado rehacer sus vidas con trabajo y estudio gracias a un novedoso programa de la fábrica textil League Central América. Situada en un parque industrial de maquilas en las afueras de Ciudad Arce, 40 km al oeste de San Salvador, League ha logrado lo que las autoridades no han podido: que exmiembros de pandillas rivales coexistan en un mismo lugar y trabajen juntos. En estas instalaciones, las personas que renunciaron a la MS-13 o al Barrio 18 ahora confeccionan camisetas para 1,600 universidades estadounidenses, entre ellas Stanford, Notre Dame y Yale. Carlos Argueta pasó años involucrado en actos violentos y delictivos con una pandilla en su natal El Salvador, pero ahora reconoce que fue un error y se redime con un trabajo honesto en esta maquila. Este hombre de 39 años fue fundador de clicas pandilleras y aún muestra en su cuerpo tatuajes de la mara Salvatrucha. Argueta está convencido de que las pandillas pueden aca- bar si se crean oportunidades “sin exclusión” para que sus miembros se integren a la sociedad. La condición que impone la empresa League es que todos los jóvenes que ingresan, incluyendo los expandilleros, deben completar su educación básica y estudiar inglés. “Todos vienen en distintos horarios en grupos de 35 empleados”, confirma la maestra de inglés Cristina Henríquez. Para Argueta, tener empleo “es el principio de un gran sueño” de vida fuera de la pandilla. League tiene alianza con una universidad de San Salvador que envía profesores para