DOS MUERTOS EN CHOQUE
Los carros chocaron de frente, los heridos quedaron en el amasijo de metal
Mortal encontronazo entre camión y ambulancia que trasladaba a 12 reos
TEGUCIGALPA. José Efraín Enamorado Caballero (de 52 años) y Hugo Saenz no soportaron los golpes que sufrieron ayer por la mañana en un choque entre un pequeño camión y una ambulancia del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y murieron horas más tarde cuando eran atendidos en el Hospital Escuela. Caballero guardaba prisión en el centro penal de El Porvenir, Francisco Morazán, mientras Saenz se desempeñaba como guardia del penal. En el accidente resultaron heridas 15 personas más, quienes en su mayoría quedaron atrapadas en el amasijo de metal. Particulares prestaron ayuda ante los gritos de desesperación de los heridos. El hecho sucedió en el kilómetro 17 de la carretera que de Tegucigalpa comunica al departamento de Olancho. Los occisos presentaban fuertes golpes en diferentes partes del cuerpo, y los otros 15 se encuentran en recuperación en Hospital Escuela y en el Instituto Hondureño de Seguridad Social. Cerca de las 7:30 am de ayer, en la central del Cuerpo de Bomberos se recibió una llamada solicitando la presencia de socorristas porque en la carretera a Olancho se había dado un encontronazo entre un camión Isuzu, color blanco, placas PCL-3794 y una ambulancia Nissan Urban, propiedad del Instituto Nacional Penitenciario. En el camión viajaban cinco personas y se dirigían de Tegucigalpa hasta Monte Redondo y zonas aledañas, ya que se dedican a vender espejos, vajillas, juegos de ollas, entre otros productos. El vehículo impactó de manera frontal contra la ambulancia que viajaba a la capital con 12 personas provenientes del centro penal de El Porvenir. Entre las personas que se transportaban en la ambulancia estaban cinco reos, seis agentes penitenciarios y el conductor que labora en el área administrativa del INP. Los presos tenían problemas de salud, por lo que cuatro de ellos eran trasladados al principal centro asistencial del país y uno al hospital Mario Mendoza.
Se utilizó equipo especial para cortar las piezas de metal y sacar los heridos para trasladarlos a centros asistenciales.