EEUU revisa 88 pedidos de asilo de caravana migrante
Estados Unidos ya recibió 88 solicitudes de asilo de integrantes de la caravana migrante “No dejaré a mi hijo”, dice madre hondureña al saber que puede ser separada de su bebé
SAN PEDRO SULA. Ya son 88 las solicitudes de asilo recibidas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ( CBP) en San Diego, California, Estados Unidos. Las peticiones son de miembros de la caravana migrante, que en su mayoría son de Honduras. Esta cifra representa más de la mitad de los cerca de 150 migrantes de la caravana que atravesó México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos con la esperanza de que sus solicitudes de asilo sean admitidas, estudiadas y aprobadas. Ayer se atendió a 63 inmigrantes más para hacer un total de 88 casos procesados en tres días en el cruce PedWest de San Ysidro. En su mayoría, las solicitudes de asilo son de madres con sus hijos, según la organización Pueblo Sin Fronteras, que acompaña al llamado Viacrucis Migrante, que inició en México con 1,500 centroamericanos. Los migrantes llegaron el pasado domingo, pero muchos aún esperan en México para ser atendidos. Esto porque el puerto fronterizo está lleno por el incremento de personas indocumentadas pidiendo asilo o con casos complejos. Desde la noche del domingo decenas de inmigrantes, en su mayoría de Honduras, junto con otros de Guatema- la y El Salvador han acampado a las afueras del cruce peatonal de San Ysidro. Pese a que se ha recomendado esperar en albergues aledaños, los grupos prefieren quedarse a la intemperie por miedo a perder su lugar en la fila.
Envían más jueves. Debido al gran incremento de solicitudes de refugio recibidas, tras la llegada de la caravana migrante, autoridades estadounidenses enviaron más jueces de inmigración a la frontera de Estados Unidos y México. El fiscal general Jeff Sessions detalló que enviaron a 18 jueces de inmigración más y 35 asistentes de fisca- les estatales. Con la asignación de personal adicional a la frontera, la cantidad de jueces de inmigración aumenta un 15%. Sessions aseguró que trabajarán a tiempo completo para evaluar lo antes posible todas las solicitudes recibidas. El fiscal general advirtió que no permitirán que migrantes ingresen de manera ilegal a ese país.
Temen ser separados. Uno de los riesgos que corren los migrantes que piden asilo es ser separados de sus hijos. Yolany Reyes ( 26 años), de Honduras, es una de las migrantes que viajó con la caravana, y afirma que no permitirá que la separen de su bebé de tres años, con el que recorrió México en bus, tren y a pie, hasta llegar a la frontera con Estados Unidos para pedir asilo. “Sería como quitarme una parte de mí”, dijo. Ella espera en un improvisado campamento en una plaza de Tijuana, aledaña al puesto fronterizo, junto con los otros migrantes, cuyas peticiones aún no han sido atendidas. De acuerdo con activistas de derechos humanos, la recepción de solicitudes es solo el inicio de un complejo proceso. “Viene una parte difícil, sin demeritar el trayecto que ya han atravesado, pero algunos van a estar
detenidos y en unos casos existe el temor de separación de familias”, dijo Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos de San Diego. Ríos sabe que los integrantes de la caravana “llegan con mucha esperanza” y confía en que los abogados asesores les han hecho saber cuáles son sus verdaderas posibilidades. “El riesgo de regresar a su país es tan serio que se ven en la necesidad de venir a buscar asilo a la frontera”, expresó.
El camino legal. El proceso a seguir para los solicitantes del amparo es el siguiente: primero deben hacer fila para ser atendidos en el punto fronterizo. Una vez que declaren al oficial de aduanas que temen regresar a su país debido a la violencia, los individuos de la caravana irán ante un oficial especializado en este tipo de casos, quien en base con una entrevista determinará si existe “un temor creíble de persecución o tortura”, explicaron autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. De ser así, el caso será enviado a una corte de inmigración y, mientras su proceso avanza, serán recluidos por tiempo indefinido en un centro para inmigrantes, ya sea en el sur de California o en otro estado de la franja fronteriza. Incluso, en unos casos se les permitiría salir con un grillete electrónico. Debido a que en tres días han sido admitidos para evaluación 88 casos, la confianza de obtener asilo ha crecido mucho entre los migrantes de la caravana.
“El mayor miedo que siento es que me traten de separar de mis dos hijos” “no dejaremos que entren caravanas sin permiso por nuestra frontera”