ARGENTINA 78, FRAUDE, ASESINATOS Y DESAPARECIDOS
ESTE MUNDIAL ESTUVO MARCADO POR LA DICTADURA DE JORGE RAFAEL VI DE LA
BUENOS AIRES. La Copa del Mundo de 1978 nació con polémica por la conveniencia de que el torneo se disputa se en Argentina, país so metido ala dictadura militar del general Jorge Rafael Videla. Una dictadura feroz, con miles de asesinatos y cerca de 30,000 desapariciones de los opositores al régimen. La situación en el país argentino merecía la denuncia y la intervención, pero la Fifa y su presidente, Joao Havelange, apoyaron al régimen y hasta lo elogiaron. Fueron muy pocos los futbolistas o dirigentes que se negaron a participar en aquella farsa, aunque hubo honrosas excepeciones, como el capitán argentino Jorge Carrascosa o el portero alemán Sepp Maier. En el aspecto meramente futbolístico fue el último mundial en el que participaron 16 selecciones. Holanda y Alemania llegaron a Argentina con las bajas de sus grandes re fe rentes, Franz Beckenbauer y Johan Cruyff. Eso convirtió a los locales en los grandes favoritos, conun Mario Kempes que se había transformado en un gran delantero. El entrenador César Luis Menotti pudo también contar con el gran capitán Daniel Passarella y Osvaldo Ardiles. Además, estaban en el equipo el goleador Leopoldo Luque y el arquero Ubaldo Fillol. Por si fuera poco, Menotti se dio el lujo de dejar fuera de su plantel a un Diego Maradona de solo 17 años.
Polémica. En el Grupo B, en la lucha por un puesto en la final, se iba a producir el mayor de los escándalos de la historia de los mundiales. Argentina, guiada por Kempes, comenzaba imponiéndose a Polonia(2-0);Brasil hacía lo propio con Perú (3-0). En la segunda jornada, argentinos y brasileños empataban sin goles. Todo debía decidirse en la última jornada, en la que Brasil se medía con Polonia, y Argentina a Perú. Ya la polémica se desató cuando, incomprensiblemente, se decretó que Argentina disputarías u partido una vez hubiera concluido el de Brasil. Es decir, conociendo los resultados. Los brasileños cumplieron y ganaron por 3-1, a Argentina no le bastaba con ganar. Necesitaba hacerlo demás de cuatro gol es. Y lo hizo, 6-0. Argentina estaba en la final. Ya en el pri mer momento l as sospechas fueron inmensas. Brasil, que se marchó de la competición imbatida, se quejó, pero nadie la escuchó. Años más tarde, Marcos Calderón, guarda meta peruano, criticó a varios de sus compañeros por la pasividad defensiva que mostraron durante los noventa minutos. La imagen de varios técnicos hablando con Jorge Vide la en el vestuario justo antes del encuentro tampoco ayudó. Hubo especulaciones de amaño y varios millones de dólares para los peruanos, pero nada fue comprobado. Argentina volvía a una final 48 años después de disputar la primera en Uruguay 1930, y Holanda jugaba la segunda consecutiva. Con el estadio Monumental lle- no hasta la bandera, los argentinos lo dieron todo y más. Mario Kempes entró en la historia de los mundiales al anotar dos goles y dar el tercero para el júbilo de sus compatriotas. El Matador había dado a Argentina su primera Copa Mundial, aunque su drama interno continuaba.
Voces .“El Mundial 78 sostuvo el régimen y tapó todo ”, dijo Pass ar ella desde Italia en marzo de 1984. “Fui usado por la dictadura”, afirmó César Luis Menotti en junio de 2008. Los dos testimonios, el del capitán y el entrenador, revelan la magnitud del evento. “Seis jugadores se vendieron en el Mundial”, contó el xj ugador peruano José el Patrón Velásquez.