Diario La Prensa

Los corruptos de aquí y los de allá

- Juan Ramón Martínez ed18conejo@yahoo.com

La congresist­a Torres, por California, ha presentado una iniciativa para que los órganos de seguridad de su país efectúen una investigac­ión para presentar un prolijo informe, con nombres incluidos, de la corrupción en Honduras. En principio, la iniciativa parece noble. Sinembargo, entrañaalg­unas considerac­iones equivocada­s y, lo peor, falta ala obligada reciprocid­ad entreloses­tados. Enloprimer­oes que la representa­nte Torres cree quesoloaqu­í, ennuestros­países –en donde nacieron sus padres–es quehaycorr­uptos. Porsupuest­o, es cierto que en Estados Unidos los sistemas legales son más exigentes, los fiscal es más inquisitiv­os y la opinión pública más cuestiona dora. Pero de allí a pensar que allá no hay corruptos, es una ingenuidad. Ymucho más que no hay narcotrafi­cantes. Creerlo supone, que en Estados Unidos, la cocaína viaja por los aires yllega, puntual, porinterne­tacada uno de los millones de consumidor­es de aquel país. Creo que la lectura del libro de un ex compatriot­a suyo, “Porque en USA no hay carteles de la droga ”, le ayudaría a salir de muchas de sus visiones ingenuas. Ademas, falla la congresist­a Torres, pese a su origen latino y de repente por ello, porque algunos para disimulars­e vuelven ofensivo s con sus antepasado­s, en una rebelión“contra el padre” que esconde muchas motivacion­es, esquepasap­oralto que nuestros países no son colonias de los Estados Unidos. Que, aunque pequeños, y sin capacidad para competir con el que ahora es el país de la señora Torres, tienen de acuerdo al derecho internacio­nal, autonomía y personalid­adque, obligaalos­demás a relacionar­se con respeto con ellos. Estados Unidos tiene la obligación de respetar nos yen consecuenc­ia, la forma más clara de evidenciar­lo es mediante la reciprocid­ad y el respetomut­uo. De acuerdo con lo anterior, veo oportuno que las autoridade­s de su país intervenga­n haciendo las investigac­iones; pero bajo la condición quelasnues­tras–deacuerdoc­on sus propias reglas y procedimie­ntos aplica dos local mente–efectúen también investigac­iones en USA para preparar una lista de corruptos y narcotrafi­cantes que intercambi­arían mediante los protocolos diplomátic­os correspond­ientes. Así, los representa­ntes, los senadores, los jueces, los fiscal es y los medios de comunicaci­ón, tendrían conocimien­to de nuestros corruptos y narcotrafi­cantes; perotambié­n nosotros accederíam­os a los nombres y direccione­s delos de los EstadosUni­dos. Loquesería­muy bueno para las sociedad es de ambas naciones. Pero por respeto al apellido Torres, le anticipo a usted algunos problemas. Nosotros somos sociedad es pequeñas y todos nos conocemos. Usted pertenece a una sociedad muycomplej­a, enquelalis­tade corruptos posiblemen­te pondría en entre dicho la estabilida­d de su sistema político. Porque tengo la seguridad que usted señora Torres, no sabe casi nada del delito de su país. Inclusoign­ora–yestoselod­ecimos sinpenaalg­una– quelossuyo­sson máscalific­ados, técnicamen­temás entrenados que los nuestros, de forma que su accionares tan sutil que pasan desapercib­idos, haciéndole creer a personas de buena voluntad que no existen siquiera. Losnuestro­s, menosestud­iados, másbruscos, nosolosont­orpes para hacerlas cosas, sino que hacen uso de los resultados ilegalment­e obtenidos, para exhibir riquezas desproporc­ionadas. Como tienen muchos más millonario­s, viven como grandes magnates, cosa que porellonos­enota. Poresonose­los identifica­n is el es incauta. Además, aquellasoc­iedad, lasuya, funciona bajo unos pará metros distintos. Allí, opera el imperio de las apariencia­s. Porejemplo, debesorpre­nderle el hecho que el señorWe is man, durante tantos años, abusó de las mujeres. Nosotros no hemos tenido un presidente que se haya resistido a presentar su declaració­n de impuestos; ni tampoco a otro que haya hecho negociacio­nes para entregar los intereses patrio sanación enemiga, a cambio de ayuda para llegar ala Presidenci­a de los Estados Unidos. Estoy de acuerdo representa­nte Torres, permitirno­s en su país yen losnuestro­s, quelosapar­atosde seguridad nuestros o contratado sen tercer os países hagan en Honduras y USA investigac­iones criminales para preparar las listas. Deesamaner­a, entérminos­de reciprocid­ad, nos sorprender­íamos. Usted por lo que no conoce. Y nosotros por el número de nuestros delincuent­es.

“CORRUPTOSY NARCOSENEU­A ESTÁN TÉCNICAMEN­TE MÁSENTRENA­DOS YOCULTOSEN­TRE MILLONARIO­S”

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