Argentina, país del papa Francisco, dividida por ley para despenalizar el aborto
Decenas de mujeres activistas se reunieron frente al congreso argentino para pedir la aprobación del proyecto
BUENOS AIRES. Tan fervorosamente a favor como devotamente en contra, Argentina se divide frente a un proyecto de ley para despenalizar el aborto que el Congreso debatirá el próximo miércoles. La reciente aprobación en Irlanda encendió esperanzas en las feministas del país sudamericano que impulsan la ley al calor del movimiento #NiUnaMenos. También se redoblaron los esfuerzos de la iglesia por frenarla en el país natal del papa Francisco. Una manifestación interreligiosa unió a judíos, musulmanes y católicos para decir ‘No al aborto’. “La iglesia perdió el monopolio’, dice a la AFP la socióloga Sol Prieto a la hora de expli- car la grieta por la que se coló el debate pese al conjuro religioso. “La gente sigue creyendo, pero tiene una posición independiente de la Iglesia Católica’, señala. Mientras da pelea en este frente, la Iglesia soporta el desprestigio. Como ocurrió en Irlanda, también en Argentina se han ventilado en la justicia casos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes, algunos condenados a prisión.
Vaticano. La Iglesia Católica desplegó todo su peso en homilías, documentos, entrevistas y llamados a los legisladores para evitar lo que los ultracatólicos denominan una ‘catástrofe’. Un centenar de obispos emitió una declaración para pedir ‘soluciones nuevas que resuelvan los problemas sin necesidad de matar o interrumpir vidas de seres humanos’ y el Papa exhortó a ‘cuidar la vida desde su concepción hasta su fin natural.