Guerra comercial y negociaciones
No es fácil mantener el pulso al momento de efectuar un análisis de la situación mundial. El liderazgo que ha ejercido Estados Unidos después de la derrota de Hitler, en la medida en que ha cambiado de estilo, ha tenido efectos estremecedores en el comercio mundial, en las relaciones diplomática se incluso en las elecciones de varios países de casi todos los continentes. Metodológica mente, las relaciones se establecían por medio del ejercicio de la diplomacia. Y esta era muy prudente, incluso, casi secreta. Kiss in ger fue el que le dio un aire público alas relaciones entre las potenciasen discordia haciendo públicos sus viajes, dando declaraciones sobre sus pretensiones y, al final, haciendo públicos los acuerdos. El fracaso de la diplomacia se sabía, era el principio de la guerra. Y esta tenía una frontera: la distensión nuclear por medio del reconocimiento de los dos grandes adversarios: la Unión Soviética y Estados Unidos, que en una confrontación no habría ganadores. Pero con la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos, las relaciones internacionales han cambiado mucho en cuanto al estilo se refiere. Son públicas las pretensiones de las partes y, además, cargadas de fuerte contenido amenazador. Es la popularidad de la antidiplomacia, sustituida por la amenaza inmobiliaria en que la negociación empieza desorbitada e incluso imposible para lograr acuerdo. Para al final, intercambiadas las amenazas, llegar aun acuerdo. Posiblemente esto tiene mucho que ver con la experiencia inmobiliaria del Presidente Trump y que le permitió, desde la amenaza, y la expresión fuera del cuadro normal, provo carmi e do en el otro que, sin alternativa, aceptaba al final un acuerdo. Este estilo de relaciones tiene en vi lo al mundo comercial. Trump quiere recomponerlo, por medio dela supresión de los tratados multi laterales–específicamente los que le son desfavorables– sustituyéndolos por acuerdos bilaterales y el establecimiento por todos, de aranceles definidos. Y por supuesto, suprimiendo la OMC; desde esta agresiva visión particular no hay disputa que no se tenga que resolver con el otro, prescindiendo de cualquier tribunal que haga decisiones por encima de los intereses de los interesados. Es decir que es desde la tensión que provoca la amenaza, hacia abajo, que se hacen lasnegociaciones. Con el loha disparado todos los mecanismos en uso. Mismos que han permitido que desde 1945, no sehaya producido una guerra mundial. El conflicto con México y Canadá, los problemas con Europa y con Rusia, provocan preocupaciones fundamentadas, por que igual que en el pasado, las guerras comerciales han precedido alas grandes guerras. Hasta ahora, a Trump le ha funcionado: amenaza y al final, negocia al término medio. Como lo ha hecho con China e incluso con Corea del Norte. Pero Putin ha querido mostrar el músculo, haciendo una cita de Einstein: yo no conozco cómo se librará la tercera guerra mundial; perol acuartase hará con garrote y piedras. Es decir que Putin, con esto, quiere anticipar que una guerra nuclear, destruirá la civilización occidental. Ahora bien, qué pintamos nosotros– las sociedad es satélites–en este pleito entre los grandes. En términos comerciales, los argumentos de Trump para denunciar los tratados de libre comercio, de repente son justifica dos para valor ar nuestras relaciones comerciales con los Estados Unidos. Pero como ca recemos de fuerza para amenazar, porque si lo hiciéramos caeríamos en el ridículo, la única alternativa para que Estados Unidos negocie en términos favorables para nuestros intereses, es que le continuemos enviando población nuestra, que es rechazada por Trump y sus seguidores. Pero como talcosa no es honrada, tenemos que hacer un esfuerzo para desarrollar un nuevo discurso en que confrontemos los intereses de los Estados Unidos frente a los nuestros. Porque sino lo hacemos, la guerra comercial de Estados Unidos en contra de sus pares, en vez de beneficiarnos más bienno safectará. Y aquí, con un poco de talento, tenemos que ponerle precio a nuestras contribuciones a su seguridad. Por que no podemos continuar colocando todas nuestras posiciones a su servicio, a cambio denada. Por que aun que nos queramos engañar unos con otros, viendo hacia el otro lado, le estamos sirviendo a Estados Unidos a cambio desudes precio. Para disimular, solo saludos y promesas.
“Hay que poner precio a nuestras contribuciones a la seguridad de eua, a Hora a cambio de nada”