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Máxim Huerta, una cara muy conocida en España, fue obligado por la justicia en 2017 a pagar más de 360,000 euros a Hacienda
MADRID. Seis días después de asumir el cargo, el ministro español de Cultura y Deportes, Máxim Huerta, renunció ayer tras conocerse que hace años defraudó a la administración fiscal y fue sancionado. El anuncio asesta un golpe al gobierno socialista de Pedro Sánchez, que tomó posesión el jueves de la semana pasada y causó sensación en todo el mundo, por la presencia de más mujeres que hombres y la amplia experiencia de sus integrantes. También se anotó puntos con la decisión de acoger a los migrantes del buque “Aquarius”, rechazados por Italia. “Para defender aquello que amas a veces hay que retirarse, y eso hago, porque yo amo la Cultura”, dijo a la prensa este conocido escritor y expresentador televisivo de 47 años, que según la prensa local ha sido el ministro más breve de la democracia española. Según el diario digital El Confidencial, Máxim Huerta se vio obligado por la justicia en 2017 a pagar más de 360,000 euros a Hacienda. El diario indica que Huerta fue sancionado por haber declarado entre 2006 y 2008 sus ingresos personales a través de una sociedad, a fin de pagar menos impuestos de los que le correspondía. Igualmente, hizo pasar por gastos profesionales la compra y mantenimiento de una residencia secundaria en la costa de Alicante (sureste de España). En su comparecencia, Huerta insistió en su inocencia, subrayando que está “al corriente de [ sus] pagos con Hacienda” y que recibió una multa y no “una condena por fraude”. Pero eso “no se escuchará, porque vivimos en una sociedad ahogada por el ruido, por la descalificación, por la desinformación”, prosiguió. El de Huerta fue uno de los nombramientos más sorprendentes del ejecutivo de Sánchez, y él mismo reconoció ayer que su fichaje se vería como “extravagante”. El exministro es una cara muy conocida en España, al ser escritor, periodista televisivo y sobre todo presentador de un programa de crónica social, que tal y como dijo “todos ven y todos demonizan”.