E E U Use paró de sus padres a 2,000 menores en la frontera
En seis semanas, los niños, entre ellos hondureños, han sido separados de adultos, quienes están arrestados en espera de un proceso legal Trump aplica la política “tolerancia cero”
WASHINGTON. Sosteniendoun carro de juguete y vistiendo un short azul, camisa negra y sandalias polvorientas, un niño hondureño observa a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, ajeno a lo que le espera en la nación del norte. El pequeño fue requerido junto con su padre hondureño por la patrulla en la frontera entre Estados Unidos y México. Ellos llegaron con la esperanza de pedir asilo, sin embargo, ante la aplicación rigurosa de una normativa en la cual las familias ilegales son inmediatamente separadas y los niños menores recluidos en instalaciones desconocidas por sus padres, el futuro de ellos es incierto. Ayer, el Gobierno de Estados Unidos informó que oficialmente separó de sus familias a cerca de 2,000 menores inmigrantes en la frontera con México en un plazo de seis semanas. Entre el 19 de abril y el 31 de mayo, un total de 1,995 menores de 18 años fueron separados de los familiares adultos que les acompañaban, de acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) a los que tuvo acceso Efe. Estos niños fueron separados de sus parientes por entrar ilegalmente al país, violaciones de las normas migratorias o posibles conductas criminales de los adultos. Los casi 2,000 niños y adolescentes fueron apartados de susfamiliares, quealcanzanla cifra de 1,940 personas mayoresdeedad. Estosdatoshacen referencia a quienes trataron de cruzar la frontera por pun- tos no autorizados, entre enclaves oficiales. ElDHSnoprecisó, sin embargo, un desglose por edad de los detenidos y los menores separados. A estas cifras se añadieron otros 35 menores separados en puntos de entrada legales entre el 1 de mayo y el 6 de junio, y otros 50 en marzo y abril, respectivamente. La Cancillería de Hondura sinformó la semana pasada que al menos 45 niños hondureños están separados de sus padres. La información de los 2,000 niños, facilitada a Efe, llega en un contexto en el que a principios de mayo el fiscal general Jeff Sessions emitió una serie de iniciativas, entre las que destacan la separación familiar y los juicios masivos, con el objetivo de aplicar la “tolerancia cero” en la frontera y aumentar así la presión sobre la comunidad inmigrante. El jueves, el máximo responsable de justicia se escudó en la Biblia para defender sus políticas, que implican que las personas que acceden al país ilegalmente sean procesadas por la vía criminal cuando los protocolos no permiten imputar un crimen a menores. “Las personas que violan la ley de nuestra nación están sujetasa enjuiciamiento. Te cita ría al apóstol Pablo y su mandato claro y sabio en Romanos 13 de obedecer las leyes del Gobierno porque Dios las ha ordenado para que haya orden”, expresó Sessions durante un discurso en el estado de Indiana, según medios locales. Los menores centroamericanos que fueron separados de sus padres en la frontera son enviados a una antigua tienda deWalmart, enelextremosur de Texas, ahí se escuchan los ruidos de las voces y los juegos de cientos de niños en espera de su futuro legal.
En abril recién pasado, el gobierno de Trump inició la mayor ofensiva de la que se tiene registro contra los padres que cruzan la frontera con sus hijos.