Lukaku, demoledor
MOSCÚ. Con otra goleada y exhibición de juego ofensivo, Bélgica se impuso 5-2 a Túnez y se encamina hacia los octavos de final del Mundial. Aunque aún deba pasar por la prueba inglesa y demostrar que es solvente en las eliminatorias, el equipo de Roberto Martínez parece asumir que su nómina de estrellas le obliga a ser protagonista. Hazard es su jugador emblema, Courtois un seguro en la portería y Lukaku el goleador que les faltaba. Una columna vertebral acompañada por De Bruyne, Mertens, Carrasco... Bélgica goleó a Panamá (3-0) y salió dispuesta a hacer lo mismo con Túnez. En un cuarto de hora, prácticamente sabía que los tres puntos serían suyos. Un penalti ejecutado por Eden Hazard, al que arrolló previamente Syam Ben Youssef (6), y otro tanto de tiro cruzado de Lukaku, 10 minutos después, asomaron los belgas a los octavos con todoelencuentropordelante. Y eso que la respuesta tunecina fue encomiable. Guiada por el atacante del Rennes Wahbi Kazhri, respondió con un gol de Dylan Bronn, al cabecear una falta (18) y llegó a dominar durante casi 20 minutos. Golpeada su zaga por las lesiones (Youssef y Bronn), Túnez encajó un nuevo gol del “depredador” Lukaku antes del descanso y, al poco de salir del vestuario, repitió Hazard. Esta vez fue tras un pase en profundidad de Toby Alderweireld. Con el encuentro resuelto, Roberto Martínez sustituyó primero a Lukaku y luego a Hazard. Una clase práctica de gestión de recursos, de mantener implicada a una plantilla amplia. Sin los dos protagonistas, fue el turno de Carrasco, de De Bruyne y de Michy Batshuayi, que tuvo hasta tres ocasiones claras para aumentar el marcador. Tanta insistencia que, al final, tuvo premio el delantero del Dortmund, para redondear una goleada que redujo en el descuento Khazir. Un resultado con el que Bélgica comience a asustar.