Trump quiere meter presos a 52,000 inmigrantes al día
País Denuncian “insultos y maltratos” en centro de detención Desde marzo de 2010, 74 inmigrantes han muerto; el ICE solo informa de 52 personas
TUCSON. El gobierno de Donald Trump ha solicitado al Congreso 2,800 millones de dólares para el año fiscal 2019 a fin de encarcelar un promedio al día de 52,000 inmigrantes en centros de detención, lo que representa un aumento de un 30% frente al año fiscal 2017, cuando se reportó el arresto promedio de 40,500 personas por día. Esto aumentará la pesadilla de los inmigrantes ilegales, que pasan meses en centros de detención tras cruzar las fronteras y ser capturados. Ayer, uno de estos centros ubicados en Tucson, Arizona, fue denunciado y comparado con el mismísimo infierno. Se trata del centro de detenciones de Eloy, en Arizona, donde desde 2003 han muerto 16 internos, cinco de ellos por su propia mano. Organizaciones defensoras de los inmigrantes consideran que esta cárcel de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) operada por la empresa privada CoreCivic es un claro ejemplo de los a su juicio deficientes servicios médicos que brindan los centros de detención en el país. “Tenemos una colusión entre el Gobierno y compañías privadas que operan cárceles para ocultar información sobre las malas condiciones en las que viven los migrantes (...) y la falta de un cuidado médico adecuado”, subrayó Danny Cendejas, representante del grupo Detention Watch Network. Según Cendejas, “estamos viendo a más gente detenida, por lo que podríamos ver más muertes como las que hemos tenido en Eloy”. El 12 de junio, Huy Chi Tran, inmigrante vietnamita de 47 años que estaba internado en Eloy desde el 28 de mayo a la espera de deportación, falleció en el hospital al que había sido llevado siete días antes, después de haber perdido la conciencia en Eloy. Su muerte aún esta bajo investigación.
Los fallecidos. De acuerdo con la información publicada por ICE el 16 de junio, con Tran son siete los detenidos a cargo de esa agencia que fallecen desde el 1 de octubre de 2017, cuando se inició el año fiscal 2018. En el año 2015, el inmigrante mexicano José de Jesús Deniz-Sahagun falleció en el propio centro. Su muerte fue clasificada como suicidio. “Eloy es un infierno. Para mí fue una experiencia devastadora. Te maltratan, te insultan, a veces te dan comida echada a perder y a nadie parece importarle”, dijo el mexicano Juan Miguel Cornejo, detenido en 2015 y que pasó cerca de un año en ese establecimiento.
En el desierto. El centro de detenciones de Eloy, que comenzó sus operaciones en 1994, está en medio del desierto de Arizona, entre la ciudaddeTucson y la de Phoenix, y tiene una capacidad para más de 1,596 internos. “Aún sigo sufriendo el efecto psicológico. Vives con miedo de que alguien te pueda golpear, que de pronto lleguen y te puedan deportar. El no saber de tu familia es muy duro”, relató Cornejo. El inmigrante describe el sitio como “oscuro, deprimente, donde el tiempo pasa muy lento”. Clara Long, investigadora de Human Rights Watch (HRW), dijo que ICE ha demostrado una y otra vez no estar dispuesta a proporcionar el adecuado servicio médico a los detenidos, quienes pueden pasar semanas, meses o incluso años en cautiverio. “Eloy es una jaula en medio del desierto (...). Es un negocio para las compañías privadas y un lugar donde las personas pierden las esperanzas y la confianza en el sistema”, comenta María Castro, representante del grupo Puente, con sede en Phoenix.