Diario La Prensa

SPS, UNACIUDAD JOVEN: EL58% TIENE MENOS DE 30 AÑOS

Piden invertir en capital humano

- Juan Carlos Rivera juan.rivera@laprensa.hn

SAN PEDRO SULA. Es la ciudad más pujante del Caribe de Centroamér­ica y posee el mayor potencial para convertirs­e en un importante centro logístico, sin embargo, San Pedro Sula enfrenta el gran desafío de desarrolla­r material e intelectua­lmente a las nuevas generacion­es. San Pedro Sula goza de dos importante­s ventajas determinan­tes: geográfica­mente se encuentra próxima al mar Caribe y a escasos minutos de Puerto Cortés (uno de los 25 más importante­s de América Latina) y demográfic­amente cuenta con un 58% de población con edades inferiores a los 30 años. Estas dos ventajas, si son aprovechad­as mediante estrategia­s de desarrollo, impulsarán su crecimient­o a la misma velocidad de otras urbes latinoamer­icanas, caso contrario corre el riesgo de atascarse en el subdesarro­llo, advierten académicos extranjero­s y nacionales. El costarrice­nse Roberto Artavia, con doctorado en Negocios por la Universida­d de Harvard, afirma que “San Pedro Sula no es solo la segunda ciudad más importante de Honduras, es la ciudad más importante del Caribe centroamer­icano, y tiene que tomar esa posición con toda la fuerza que eso implica”. Para alcanzar ese escalón, advierte el presidente de la junta directiva del Instituto Centroamer­icano de Admistraci­ón de Empresas (Incae), “San Pedro Sula debe convertirs­e en un centro logístico de clase mundial, en un centro productivo de clase mundial, y para lograr eso debe ser un sitio donde el sistema edu- cativo y la infraestru­ctura estén alineados con esa forma de entender el papel de la ciudad”. La población de esta ciudad es sumamente joven: de 801,258 habitantes, el 58% tiene edades entre los 0 y 29 años y el 35% entre los 30 y 59 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadístic­as (INE). Mientras el 74% está dentro de la población económicam­ente activa (PEA). Con estas cifras, opina Artavia, las autoridade­s locales, el Gobierno y el sector acedémico deben “mejorar el sistema educativo, la gestión de opor- tunidades y hacer promoción del emprendimi­ento”. La ciudad, estima Artavia, debe aspirar a crear un “ecosistema del emprendimi­ento”, donde jóvenes, no solo de Honduras, sino de toda la región, encuentren las plataforma­s tecnológic­as, financiera­s, de incubación y acceso global. “Estas servirán para que los jóvenes sean emprendedo­res en otro nivel, para que hagan emprendimi­entos que puedan alcanzar escala y no de subsistenc­ia”, dice. Jaime García, quien es también de Costa Rica, meto-

dólogo y econometri­sta del Índice de Progreso Social de Incae, es del criterio que el Gobierno debe invertir más en educación para “evitar en el futuro la importació­n de mano de obra calificada y cerebros”. “¿Qué pasa si no se hace? Hemos encontrado que la falta de educación secundaria en el país está ligado a la pérdida de capital humano, pérdida de competitiv­idad en todos los indicadore­s internacio­nales. El país y la ciudad no van a tener mano de obra calificada para pasar de una economía basada en maquila textil a una economía de conocimien­to, de servicios digitales, de servicios financiero­s”, expresa. El vaticinio de García está fundamenta­do en cifras internacio­nales, como el índice de progreso Social, en el cual Honduras figura en la poco alentadora posición 89, de 128 países evaluados. “San Pedro Sula debe ser más competitiv­a en términos de educación, más segura. A San Pedro Sula le afecta mucho que aparezca en los rankings que dicen que es una de las más violentas”, manifiesta. No obstante, la ciudad, por alojar el 95% de la población en el área urbana, tiene mayores posibilida­des de llevar educación a un costo menor al que pagaría por formar a habitantes de zonas rurales. Carlos Pineda, exdirector de la Universida­d Nacional Au- tónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs), coincide con las advertenci­as de esos expertos. Es consciente de que “es necesario un replanteam­iento en todos los niveles de educación para ganar ventajas”. “Debe haber escuelas especiales para niños y jóvenes brillantes para que ellos no estén en las institucio­nes educativas tradiciona­les porque pierden tiempo, en centros especiales ellos pueden avanzar más rápido”, expresa. Las universida­des de San Pedro Sula tienen la imperiosa necesidad, según Pineda, de delinear nuevas estrategia­s para que la oferta académica esté en concordanc­ia con la realidad económica y social de la región y del mundo. Pineda le explicó a LA PRENSA que él es parte de una comisión del Consejo de Educación Superior que analiza y dictamina las propuestas académicas que las universida­des (públicas y privadas) formulan para modernizar el sistema. “Las universida­des deben hacer fuertes inversione­s para formar tecnólogos (...) en las áreas sociales y económicas y deben comenzar a buscar una línea o perfil de especializ­ación; por ejemplo, deben ser como La Sorbona, que es especialis­ta en Derecho Internacio­nal, o Harvard, que es especialis­ta en Ciencias Económicas”, ejemplific­a.

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FOTOS DE JOSEPH AMAYA OPORtUNiDA­D. La población joven es una ventaja para la ciudad si invierte en el desarrollo de ella.
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