Hermanas cautivan con miniaturas
En poco tiempo han cautivado el mercado con las artesanías que elaboran en su casa a falta de un taller propio
Dos hermanas amantes del arte unieron sus talentos en el atardecer de sus vidas para crear una pequeña empresa de manualidades en miniatura. En su casa de la colonia Ideal de San Pedro Sula, Guadalupe y Ana Lucía Hernández trabajan combinando el barro, la pintura y otros materiales para crear juegos de sala, columpios, tejas decoradas y miles de adornos diminutos que venden en el Bazar del Sábado. Guadalupe descubrió que traía el arte en su sangre hasta que dejó sus labores como licenciada en Administración de Empresas para dedicarse al negocio familiar. Su hermana menor Ana Lucía, por haber trabajado como maestra, fue la primera en poner de manifiesto su arte decorando tejas de arcilla. Guadalupe se muestra más animada desde que le extirparon un cáncer de mama. Dice que su labor le ayudó mucho a sobrellevar la enfermedad porque le sirvió de terapia para ahuyentar las preocupaciones cuando recién se la detectaron. Por su experiencia profesional a ella le corresponde lo relacionado con la administración y el mercadeo de los productos de la empresa, a la que bautizaron como Artesanías Lulú’s. Guadalupe también cultiva plantas en maceteros que combina con diferentes motivos artísticos. En el traspatio, con sus ma- nos desnudas, toma la tierra negra como para sentir su “ternura” mientras llena los pequeños maceteros. Habla con cariño a las plantitas para que florezcan alegremente, pero sobre todo les pone un toque artístico a los terrarios, con arena o piedrecitas de colores. Mientras tanto, en el garaje, Ana Lucía se dedica a preparar las tejas cubriéndolas con arcilla refinada sobre la cual coloca diversos motivos artísticos. Entre los componentes lo más difícil de obtener son los ganchos de ropa de material sintético con los que Ana Lucía fabrica sus muebles en miniatura. Para sus trabajos utilizan, además, paletas, silicón, pegamentos y otros elementos. Sillitas mecedoras, juegos de muebles y otras curiosidades van tomando forma en las manos de las hermanas. Ocasionalmente, Guadalupe va hasta la ciudad de Siguatepeque a comprar los jarrones y otros productos de arcilla a los que agregan los retoques artísticos que les cambiarán completamente su aspecto.
También decoran jarrones y otros productos de arcilla que compran en Siguatepeque, a los que dan otro aspecto sin quitarles el encanto que les da la misma arcilla.