Falsos policías ultiman a una pareja en conflictiva colonia de la capital
El doble asesinato se produjo ayer cuando la pareja dormía en un cuarto que alquilaba
TEGUCIGALPA. Cuando dormían, sicarios ultimaron a tiros a una pareja en la conflictiva colonia Nueva Suyapa en la capital. Varios balazos en la cabeza terminaron con la vida de una mujer y su compañero de hogar. Las víctimas son Miguel Ángel Zambrano Hernández ( de 32 años) y Griselda Mercedes Sánchez Estrada (de 41). Testigos relataron a los agentes de Investigación que varios sujetos llegaron hasta el cuarto de alquiler en el que vivía la pareja y haciéndose pasar por policías tocaron la puerta, pero nadie abrió. Los matones al ver que no tenían respuesta tumbaron la puerta a patadas y lograron entrar en la habitación, en el sector Guillermo Matute, del citado vecindario capitalino. Convencidos de estar frente a sus objetivos, los gatilleros dispararon contra Miguel y Griselda hasta asegurarse de que estos estuvieran muertos. Los malvivientes salieron de la casa dejando atrás la sangrienta escena, que hoy enluta a dos familias hondureñas más.
Albañil. Miguel Ángel era ayudante de albañilería, pero en ese momento estaba desempleado, “él era muy tranquilo, desde hace algún
tiempo estaba distante de la familia, por lo largo que vivimos”, relató un pariente. Era padre de tres hijos que había procreado en relaciones anteriores, pero los menores no residían con él, sino que con sus madres. Los familiares manifestaron que ellos tenían entre cuatro y cinco años de alquilar en el lugar adonde los asesinaron, en la colonia Nueva Suyapa. Griselda Mercedes hacía tortillas para vender y en los últimos días había conseguido un trabajo en el que cuidaba a los niños de una familia. “No se puede pedir nada, no tenemos seguridad en nuestro país, solo mire las cosas que pasan, gente que no se metía con nadie”, fustigó muy consternada una her- mana de Miguel Ángel. “Esto me parte el alma, ella era una muchacha muy trabajadora, luchadora y que hayan terminado sus días así me tiene muy desconcertada”, expresó la familiar. Al igual que su compañero de hogar, Griselda era madre de tres hijos, producto de relaciones anteriores, pero tampoco vivían con ella, por lo mismo la pareja vivía sola. Miguel era originario de la capital y Griselda del municipio de Morolica, en Choluteca. Ayer sus cuerpos fueron retirados de la morgue del Ministerio Público y llevados hasta sus lugares de origen. Aún se desconoce quiénes son los autores materiales del doble crimen y las causas del mismo.