LOS JUEGOS DE BARRANQUILLA
Honduras participa con una reducida delegación en la que su gran carta para conseguir medalla es el fútbol. Mañana a las 2:00 pm nuestra Selección sub-21 enfrentará a Venezuela y el ganador de ese partido tendrá garantizada al menos la medalla de plata. Tiene mérito la actuación hondureña porque en su grupo eliminó a Costa Rica y además empató con el anfitrión. Normalmente los países más difíciles se ponen en el grupo del país sede, por lo que es muy probable que Colombia que nos desplazó al segundo lugar mañana elimine a El Salvador en semifinales. Meritorio lo de la taekwondista Keyla Ávila, quien logró una medalla de bronce en ese deporte en el que Honduras se ha convertido en protagonista, ya que la misma Keyla había conseguido otra medalla similar hace cuatro años en los juegos de Veracruz, México. Hay deportes en los que para Honduras conseguir una medalla es imposible, por ejemplo la natación y el atletismo, ya que disminuir el mejor tiempo de un nadador o corredor en décimas o centésimas de segundo representa un entrenamiento de muchos meses y un sacrificio que nuestros deportistas, que no son profesionales sino aficionados, no pueden realizar. En estos dos deportes, los catrachos solo pueden aspirar a bajar sus mejores tiempos gracias a que se enfrentan a rivales muy superiores. Es importante tener presente que los juegos que se están disputando en Colombia constituyen el segundo de los cuatro eslabones del ciclo olímpico, o sea que muchos competidores están tratando de lograr los tiempos necesarios para clasificarse a la justa Panamericana del próximo año, la cual constituye el tercer eslabón antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. No se puede pedir peras al olmo, nuestros deportistas mucho hacen en estas competencias, si se considera el casi nulo aporte económico estatal para las disciplinas en general e increíblemente para las que tienen alguna posibilidad de poner en el podio el glorioso nombre de Honduras.