Diario La Prensa

Evita que las plagas hagan estragos en tu jardín

El cambio de estación trae consigo lo verde del pasto, el tutti frutti de colores en las flores, la abundancia de hojas en los arbustos y... las plagas

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Enrique Aranda, ingeniero agrónomo con doctorado en Entomologí­a y especializ­ado en el manejo de plagas, explica que hay diferentes bichos que escogen las plantas para vivir, pero las matan poco a poco. “Podemos clasificar las plantas en tres: árboles y arbustos, en donde entran los que dan fruto y los que no; plantas de ornato, que pueden producir flor o ser de follaje, y el pasto, por ejemplo, el san Agustín, que es el más común”. “Hay diferentes problemas para cada una de las categorías”. Además, en ocasiones la fisiología de tus plantas interviene con su creci- miento o la coloración de su follaje u hojas. También hay una gran variedad de plantas importadas que no se adaptan a las horas de sol que les llega, a la temperatur­a de la ciudad o a la tierra donde están plantadas. ¿Quieres saber si tienes algún problema de plagas? Observa esta informació­n:

Árboles y arbustos.

Lo más frecuente en árboles, por ejemplo, mandarinas, naranjas o toronjas, son las escamas. También existe un hongo llamado pudrición tejana, que ataca desde la raíz y afecta la estructura del árbol y las hojas. Su principal acción es bloquear el flujo de agua y nutrientes y la producción de azúcares desde las hojas hacia la estructura del árbol. Esto provoca el cambio de color de las hojas de verde a amarillo, después se secan y hasta puede morir el árbol. Si comienzas a ver estos cambios llama a un especialis­ta en control de plagas, pues deberá inyectar un fungicida en la raíz. Este tratamient­o también puede ser utilizado como prevención.

Plantas de ornato.

Las plantas de ornato pueden producir flor, como los rosales o las bugambilia­s, o ser solo follaje. El pulgón harinoso, la mos- quita blanca y las escamas son las plagas más comunes en este tipo de “matas” y son muy dañinas. En el caso del pulgón, debes cuidar que no haya pequeños montones de algodón, de tres o cuatro milímetros de longitud, en tus plantas. Los puedes detectar fácilmente porque producen una mielecilla que es visible por su brillo y al tocarla se pega a la piel. La mosquita blanca tiene el tamaño de la cabeza de un alfiler y vuela, de hecho al agitar las hojas de la planta a veces salen nubecillas de este bichito; ellas chupan la savia o jugos de la planta. Conviene controlarl­os desde que empieza el problema porque proliferan con rapidez.

Pastos.

La gallina ciega es uno de las principale­s problemas de los pastos. Esta larva viene del escarabajo conocido comúnmente como mayate. Debido a que el escarabajo deposita sus huevecillo­s debajo de la tierra, la larva, o gallina ciega, se come la raíz, resultando en manchones amarillent­os; pueden ser pequeños, de 30 centímetro­s de diámetro, o más grandes. Si sospechas que este puede ser tu caso, utiliza una pala de jardín, escarba un poco y al levantar la tierra verás que no hay raíz, pero sí muchas larvas que parecen gusanos “rechonchos”, blancos y con cabezas en color naranja o rojo. Esta situación necesita ser tratada por un especialis­ta en control de plagas.

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