La Cidh, una visita política
Si bien en todos los ámbitos la política está presente y no menos cuando se trata de instituciones del sistema in ter americano, la última visita de la Comisión In ter americana de Derechos Humanos les ha dejado un buen sabor de boca a los políticos, quienes se han dedicado a instrumental izar dicha visita y a proclamar por todos los medios posibles que la única observación válida de la Cid hes que sed erogue o se reforme el artículo 184 del Código Procesal Penal. Pero la visitafuemásallá, aunquedejó áreas muy sensibles que no abordó adecuadamente y se dejó llevar por la situación del artículo 184. Ante la apatía usual que muestra el Gobierno hacia las recomendaciones de derechos humanos, parece que esta última visita delos procuradores de los derechos humanos cayó como agua de mayo ante la situación de los enjuiciamientos porcorrupción. Perolociertoes que hay otras realidad es, dignas de analizar y mencionar por parte de la Cidh,per oque casi ignoró por completo. Juanes el nombre de un mi gran te que hoy está en los Estados Unidos, desplazado por la violencia interna queviveHonduras; aJuanle mataronasupapá, desaparecieron aun hermano y ultrajaron a una desushermanas. Trespersonas, tres generaciones golpea das por la violencia y marca das por el desplazamiento forzado producto de la inseguridad en que vive la pob la ciónhon dure ña. La visita del aCidh no aportó cifras, no aportó esquemas concretos para esta población, solo menciona la asignación del presupuesto adecuado para la Comisión In ter institucional para las personas desplazadas por la violencia, fuera de eso, no les mereció mayor detenimiento. Sinembargo, hay una realidad que muchos prefieren ignorar, como lo son las personas que han tenido que dejar sus hogares, que han dejado todo atrás, abandonan do patrimonio, familia y raíces para poder salva guardar vida. Esa realidad no concuerda muchas veces con el entusiasmo en general de que estamos bien, que vamosavanzando, peroesrealidad, es verdad yes una violación a los derechoshumanos, nomenos importante que la de los procesados por corrupción, pero que fue ignora da por los representantes de laCidh. No se trata de solo el presupuesto para la Comisión de Protección de los Desplazados por la Violencia, se trata de la recurrencia de esta condición, se trata de personas que huyen de una ciudad a otra, yenes a otra también son desplazados, se trata de personas que han visto a sus padres desplazados por la violencia, a sus hermanos asesinados y se han visto forzados a vivir en el exilio por causa de la violencia. Esta situación de desplazamiento interno que viven fa mil iashond ure ñas se debe abordarnos o lo por el Estado, sino por los procuradores de los derechos humanos, pues esta situación de la violencia para muchas familias ha pasado de ser una enfermedad para convertirse enmetástasis. Sonexpulsadosde su propio país con la misma violencia conque son expulsados del país adonde han emigrado. Entonces quélesqueda. LaCidhyanoparece ser una alternativa.
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