Ordenan allanar residencias de ex presidenta K ir ch ner
La ahora senadora aseguró que el proceso en su contra tiene como motivación apartarla de la política
BUENOS AIRES. El senado de Argentina autorizó ayer por unanimidad el allanamiento de las tres residencias de la expresidenta Cristina Kirchner, un paso más en la causa judicial que investiga millonarios sobornos para adjudicar contratos de obra pública. La votación fue afirmativa por parte de los 67 senadores presentes en la sesión, incluida la propia Cristina Kirchner. No hubo abstenciones. El pedido de allanamiento había sido solicitado por el juez Claudio Bonadio y requería la votación en el Congreso, pues la exmandataria, elegida senadora en 2017, está amparada por fueros parlamentarios. En su discurso, Kirchner reiteró que el proceso en su contra tiene como motivación apartarla de la política. “Si algo faltaba para consagrar la persecución política en Argentina era esta causa. Voy a ser la primera senador a allanada ”, aseveró. Debido a sus fueros, Kirchner no puede ser detenida, pero se la puede imputar y condenar. Lasemanapasada, unasesión en el Senado para evaluar el pedido de Bonadio había fracasado por falta de quórum. K ir ch ne res la persona demás alto rango involucrada ene les-
cándalo conocido como “los cuadernos de la corrupción”, que indaga presuntos sobornos de importantes empresarios entre 2005 y 2015 para obtener contratos de obra pública. Según los cálculos iniciales, la trama de sobornos podría implicar alrededor de 160 millones de dólares. La causa judicial se inició hace un mes sobre la base de apuntes toma dos por un ex chofer del ministerio de Planificación, Óscar Centeno, quien supuestamente hizo durante esos diez años recorridos por Buenos Aires para llevar y traer bolsos cargados de millones de dólares. El departamento de Kirchner en Buenos Aires, así como la residencia presidencial de Olivos y la Casa Rosada, sede del gobierno, figuran en esos cuadernos como puntos de entrega de los bolsos. El juez busca pistas sobre dónde podría haber quedado el dinero, que habría sido recibido siempre en efectivo.