Familia, lomás importante para Ewan McGregor
El actor escocés da vida al mejor amigo del osito Winnie Pooh en “Christopher Robin”, filme que se exhibe en cines hondureños
La imaginación de Ewan McGregor es tan vívida que puede actuar escenas con coestrellas que ni siquiera están presentes. Este es un talento útil, en especial cuando los nombres de sus coestrellas son Ígor, Cangu y Winnie Pooh. “Es una habilidad que aprendí mientras trabajaba en Star Wars”, comentó McGregor. Eso fue cuando interpretó a la versión joven de ObiWan Kenobi, el personaje de Alec Guinness en la película original, en Star Wars: The Phantom Menace (1999), Star Wars: Attack of the Clones (2002) y Star Wars: Revenge of the Sith
(2005). Hay muchas menos hazañas en Christopher
Robin, donde interpreta a la versión ya madura del personaje que A.A. Milne creó inspirándose en su propio hijo, Christopher Robin Milne, para una serie de libros escritos hace casi un siglo. En la cinta también aparecen Hayley Atwell como la esposa de Robin, junto con talentos de voz de la talla de Jim Cummings, Brad Garrett, Toby Jones y Sophie Okonedo. Al prepararse para sus escenas junto a los animales de peluche, McGregor tuvo algo de ayuda del director Marc Forster. “Marc contrató a un pequeño grupo de actores de la escuela de artes escénicas para que interpretaran a los personajes durante los ensayos”, explicó Ewan en una entrevista con The New York Times.
“Sostenían versiones de peluche de los personajes y los manipulaban mientras decían sus parlamentos. Eso ayudó a que las escenas fueran más reales para mí. Luego hice las tomas sin ellos”.
Historia. La película comienza con Christopher Robin de 7 años dejando atrás el Bosque de los Cien Acres, despidiéndose de sus amigos y yéndose a estudiar a un internado. “Hay un montaje en el que lo vemos crecer 40 años”, comentó McGregor. “Vemos cómo lo molestaban en la escuela; vemos cuando va a la universidad y conoce a su esposa; luego lo vemos casarse y tener un bebé. Después se va a la guerra”, continuó el actor. “Cuando regresa, nos damos cuenta de que la relación con su esposa es tensa. Parece haberse ensimismado y se ha distanciado de su hija. Es una época en la que los hombres no solían expresar sus emociones. Anda sin rumbo; no le gusta su trabajo y tiene la tremenda responsabilidad de tratar de salvar los empleos de muchas personas”, agregó McGregor. Sin embargo, en su peor momento, Robin vuelve a encontrarse con su amigo de la infancia Winnie Pooh, quien lo ayuda a descubrir lo que importa y lo que no. “Al pasar tiempo con Pooh y sus antiguos amigos descubre la forma de resolver no solo el problema con su empresa, sino su propia infelicidad”, explica McGregor. “Me pareció muy conmovedor el hecho de que Christopher se da cuenta de que no es muy cercano a su hija y quiere remediar eso. Y ciertamente, da la sensación de que ella tam-
“Al pasar tiempo con Pooh, Robin descubre la forma de resolver no solo trabajo, sino su propia infelicidad” “La película tendrá un impacto en las personas que alguna vez hayan perdido el rumbo” Ewan McGregor Actor escocés
bién quisiera estar más cerca de su papá. Toda esta situación me pareció muy atractiva como padre de cuatro hijas”, aseguró. “Robin encuentra la forma de rencontrarse con su familia que es lo más importante en su vida. Creo que la película tendrá un impacto en las personas que alguna vez hayan perdido el rumbo”, agregó el protagonista de Moulin Rouge y Lo Imposible.
Al consultarle si Christopher Robin está pasando por una crisis de la mediana edad, McGregor responde que “Tal vez”. El escocés, quien a sus 47 años tiene la misma edad que su personaje, no cree que las crisis de la mediana edad se limiten a ese momento en la vida. “Las he tenido desde los 20, con distintos proyectos, aventuras y convertibles”, reveló. “Todavía me gusta salir a la carretera y arrancar a toda velocidad, incluso si solo voy a Whole Foods. De verdad disfruto el recorrido”. Sin embargo, dijo que a pesar de las crisis él siente que ya ha madurado. “Me siento de mi edad. Soy distinto de como era cuando estaba más joven. Durante mi juventud fui frenético, pero ya no me siento así. Siento mi madurez”, continuó. “Me siento bastante satisfecho. Me siento feliz. Pregúntenme en tres años, cuando cumpla 50”.
Su gran pasión. La felicidad de Ewan gira en torno a la actuación, a la cual se sintió
atraído de niño, cuando vivía con sus padres maestros en Crieff, Escocia, como el hijo menor de la familia. “Podría decirse que era un soñador”, recordó. “Jugaba mucho solo. Pasaba mucho tiempo en el jardín. Siempre estaba afuera jugando con mis figuras de acción, inventando historias”. El intérprete tiene pruebas que lo sustentan. “El otro día estaba limpiando cajones en mi antigua casa de Londres y encontré algunas fotografías que tomé de un accidente con la motopatrulla de mi policía de juguete. Tomé fotos desde distintos ángulos. Otro juego de fotografías mostraba al muñeco colgado de un árbol en un paracaídas. Ahora me dedico a una profesión en la que montamos escenas, las grabamos desde distintos ángulos y tratamos de contar una historia”, contó.