El costo de dejar el plástico
”Los costos de los alimentos van a aumentar, si se deja de usar el plástico, no hay ninguna duda al respecto”, aseguran expertos
Más de 78 millones de toneladas. Esa es la cifra de envases de plástico que se producen en todo el mundo cada año en una industria que vale casi $198,000 millones. Solo una parte de eso se recicla y la gran mayoría se desecha. La basura plástica en la actualidad está en cada parte de nuestro planeta, desde la remota Antártida hasta las profundidades del océano. En respuesta, gobiernos, fabricantes y minoristas comenzaron a tomar medidas para hacer frente a la marea de residuos plásticos. “No es tan simple decir ‘el plástico es malo’, así que usemos otra cosa”, advierte Eliot Whittington, director del programa de políticas del Instituto para el Liderazgo en Sostenibi lid ad de la Universidad de Cambridge, Reino Unido. Solo en la Unión Europea más de la tercera parte de la comida que se vende viene en paquetes de plástico. Y cada uno de sus 510 millones de residentes produce aproximadamente 31kg de desechos de envases de plástico al año.
El costo del cambio.
Una razón por la que el plástico es tan dominante en el mercado es su capacidad de hacer más por menos: se necesita menos material para hacer una botella de bebida de plástico que una de vidrio. “Los plásticos son baratos, livianos y adaptables de muchas maneras”, dice Susan Selke, directora de la escuela de envasado de la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos. Hace 50 años, antes de que la revolución de los plásticos se acelerara, la mayoría de las bebidas se vendían en botellas de vidrio. En la actuali- dad, casi todas están hechas de un material plástico resistente llamado tereftalato de polietileno o PET. Si bien el costo de producción puede variar según los precios de la materia prima y la energía, generalmente no es mucho más costoso producir una botella de vidrio que una de PET: uno $0,01 más, según algunos estudios. Sin embargo, cuando los fabricantes comienzan a transportar productos en botellas de vidrio, los costos comienzan a subir. Una botella de refresco de plástico de 330ml pesa alrededor de 18 gramos, mientras que una botella de vidrio puede pesar entre 190g y 250g. El transporte de bebidas en contenedores más pesados requiere un 40% más de energía, produciendo más dióxido de carbono contaminante y aumentando los costos de transporte hasta 5 veces por botella.
Hay quienes advierten que abandonar el plástico, después de casi 70 años, podría tener otras consecuencias mucho más costosas e imprevistas.