¿Independencia?
Hace 197 años se proclamó la independencia de Centroamérica del reino de España. Uno de los datos curiosos de ese hecho fue que la noticia de tan trascendental acontecer se supo en nuestro país hasta trece días después, pues los pliegos del documento independentista firmado en la ciudad de Guatemala llegaron hasta el 28 de septiembre a Honduras. Es triste que casi dos siglos después seguimos llegando tarde a las grandes citas de la historia: la justicia es una justicia tardía, el estado de Derecho sigue ausente, la probidad en la administración de los recursos del Estado es nula, las violaciones a la constitución de la República es lo cotidiano en los gobernantes. La verdadera independencia aún no llega a nuestro país, seguimos cautivos a traidores de la patria, a los desfalcadores del erario, a un sistema educativo caduco que no entiende la evolución del mundo, cautivos a un sistema de salud que se desangra en el quirófano del desamparo. La independencia aún no llega, pues nos interesa más la construcción de cárceles que la construcción de universidades, nos enfocamos en el cemento visible de las calles y no en las bibliotecas como espacios de conocimiento y de cultura, nos interesa un ejército armado pero no los pinceles, plumas y cuerdas de los artistas. Nuestros niños y jóvenes son expertos en el manejo de redes sociales, pero no desean emular a Salvador Moncada, quieren el dinero fácil, quieren gratificación sin esfuerzo, quieren la gloria sin la cruz, anhelan la tierra prometida pero se niegan a mostrar compromiso en el desierto, que solo se cruza con disciplina. Así que la independencia sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra tierra, es por ello que debemos afinar el oído no para escuchar el mandato imperioso del amo, sino para discernir la voz del cielo que nos llama a levantarnos de las cenizas de la vergüenza para renovar la esperanza en el mañana.