BloqueosycaosenCostaRica por protestas de sindicatos
Hay carreteras bloqueadas, interrupción en la distribución de combustibles y cierre en el acceso al puerto de Moín
SAN JOSÉ. Decenas de miles de trabajadores del sector público marcharon ayer en la capital de Costa Rica, mientras taxistas bloquearon vías periféricas, luego de más de dos semanas de una huelga indefinida contra un proyecto de reforma fiscal en discusión en el Congreso. Millares de trabajadores, algunos disfrazados de gato, se concentraron en parque metropolitano La Sabana y atravesaron San José hacia la Asamblea Legislativa (congreso). “Vamos a decirle a los diputados que no vamos a dar ni un paso atrás. La lucha sigue hasta que retiren el paquete fiscal”, declaróGerardoMena, participante de la marcha. La movilización fue denominada sarcásticamente “marcha de los gatos”, en respuesta a quienes decían que solo llegarían “cuatro gatos”, por lo que muchos manifestantes se disfrazaron con bigotes, orejas y colas de felinos. Los sindicatos del sector público iniciaron la huelga el 10 de septiembre contra un proyecto de reforma fiscal en discusión en el Congreso, que incluye un aumento de impuestos. Rótulos de “Ni un paso atrás” y “No al combo fiscal” se leían entre los manifestantes al recorrer arterias céntricas de San José. En varios puntos alrededor de la ciudad colapsaron las rutas, incluida la principal carretera nacional que lleva al aeropuerto capitalino y al litoral Pacífico, por un bloqueo de taxistas. En otras zonas del país, oficiales de tránsito impidieron el paso de 22 autobuses que llevaban a manifestantes a San José, argumentando que no tenían autorización para ello. La ac-
ción desató una respuesta airada del líder sindical Albino Vargas, quien denunció “represión” gubernamental contra los manifestantes. “Lo que hagamos como sociedad en los próximos días determinará el futuro de la nación y de nuestras familias”, dijo el presidente Carlos Alvarado la noche del martes en una cadena televisiva. “El tiempo se agotó, lo que significa que el momento de resolver ya está aquí”, agregó el mandatario, al urgir a los diputados a aprobar la reforma fiscal a más tardar en octubre. En el centro de la reforma está la sustitución del actual impuesto sobre la venta de 13% por un impuesto al valor agregado por el mismo valor pero con un alcance mayor, porque incluye servicios.
Los críticos reclaman que el grueso de los nuevos impuestos afectarán a los trabajadores, aunque el presidente Alvarado aseguró que 80% de la recaudación futura recaerá sobre el 20% de costarricenses con más ingresos.