Diario La Prensa

Descanso en familia

-

L a decisión tomada por el gobierno central, hace un par de años, para unir los feriados nacionales que el calendario cívico señalaba durante el mes de octubre, fue más que acertada; y no solo por el derrame económico que implica sino porque permite que, como ya se hacía en la Semana Santa, las familias hondureñas puedan pasar unos días juntas y disfrutar de la compañía de los que más se quieren. Porque, durante el tiempo ordinario laboral, los horarios cada vez más extensos y las exigencias académicas impiden incluso sentarse a la mesa común y vuelven muy difícil el diálogo familiar. De modo que, ya no solo en Semana Santa o en Navidad y Año Nuevo los hondureños podemos gozar de estos días de comunión familiar. Lo que queda ahora es aprovechar­lo de la manera más intenciona­l e inteligent­emente posible. Porque de lo contrario los días transcurri­rán y no se habrá sacado de ellos todo lo bueno que se podría. Es necesario que, a la hora de hacer planes, dejemos a un lado los intereses personales particular­es y pensemos más en los demás. Es natural que no siempre haya unanimidad en todo, pero que, por lo menos, la imposición repetida no vaya a generar frustració­n ni disgustos a la mayoría. En este país hay muchas cosas que ver y sitios que conocer, y pasear le gusta a casi todo el mundo. Disfrutar de la gastronomí­a de cada una de las comunidade­s resulta obligatori­o: los totopostes de Copán, el pan de casa de La Paz, el café de Marcala, las rosquillas de Olancho o de Danlí, el “rice and beans” de la Costa Norte o el pozol de Choluteca, entre muchísimos productos alimentici­os locales más, conquistar­án a más de un paladar. Pero, además de las salidas en familia, hay que aprovechar para escuchar a los demás. Escuchar a los hijos, jóvenes y menos jóvenes, siempre depara sorpresas y lecciones. Crear un ambiente distendido, lejos del trajín cotidiano, de los estudios, de las obligacion­es laborales, favorece la comunicaci­ón que tanto enriquece a padres y a hijos. Y los padres y madres de familia también deben aprovechar para estrechar su relación y dejar a un lado la rutina que envuelve el resto de los días y que puede resultar tóxica con el paso de los meses y los años. Esta Semana Morazánica también puede servir para dar la batalla contra el sedentaris­mo. Por cuestiones de salud hay que caminar, hay que moverse, hay que estirar las piernas. Nuestros pueblos poseen calles encantador­as para recorrer, así como nuestros senderos de valles y montañas. Hay que aprovechar esta oportunida­d para conocer y, sobre todo, para reconocern­os.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras