Fútbol Hondureño
Esperamos que Motagua logre ganar la final de la Liga de Concacaf para participar a partir de febrero con otros 15 equipos en la verdadera Concachampions, cuyo ganador clasificará al Campeonato Mundial de Clubes de 2019. Los azules, pese a haber contado con grandes planteles, nunca han podido poner el nombre de Honduras en la cima del Norte, Centroamérica y el Caribe. Esta es su gran oportunidad y está a dos partidos de la primera meta, que ya consiguió Olimpia en 2017. Recordemos que Marathón será el otro representante hondureño en el torneo, en el cual los favoritos son los 4 millonarios planteles de México y los 4 muy buenos equipos de la MLS. Pero estemos claros de que los títulos de Concacaf conseguidos por Olimpia en 1972 y 1988 no son metas alcanzables por muy optimistas que nos pongamos en 2019, esto debido a razones económicas que distanciaron considerablemente el costo de nuestros planteles de aquellos años con los actuales. Hoy, los extranjeros que juegan en México pertenecen a selecciones nacionales famosas, mientras los que activan en los clubes hondureños vienen de tercera o cuarta división de países fútbolizados o de naciones caribeñas con características inferiores a las de los nuestros. Hablando de la Bicolor, algunas personas proponen a nuestro compatriota David Suazo como asistente de un entrenador experimentado al mando de la Selección. Quienes tienen esa idea desconocen el modo de vida al cual está acostumbrado en Italia en los últimos 20 años la “Pantera”, quien seguramente tendría que dejar muchas cosas en el camino y conformarse con una calidad de vida bastante inferior y riesgosa que la actual para asumir una eventual dirección técnica. Ni siquiera ser el técnico estelar de la Bicolor en mi opinión resultaría atractivo para él. Recurrir al cuerpo técnico de un equipo de la Liga Nacional como ofreció Motagua para atender los juegos amistosos de las fechas Fifa no tiene sentido porque se retrasaría el torneo local y sería una innecesaria solución de emergencia en lugar del comienzo de un proceso, que es lo que realizará Carlos Tábora, quien seguramente seguirá participando como asistente de los futuros cuerpos técnicos que sean contratados.