Exesclava sexual del Estado Islámico recibe el Nobel de la Paz
Nadia Murad, víctima de la yihad sexual, fue galardonada junto a Mukwege
OSLO. Ni Donald Trump ni Kim Jong-un. El Premio Nobel de la Paz fue otorga do ayer al médico congoleño Denis Mukwege ya la ex esclava sexual del grupo Estado Islámico( Is is) Nadia Murad, dos héroes de la lucha contra la violencia sexual utilizada como “arma de guerra” en los conflictos. El Comité Nobel No ruego destacó en su fallo su contribución “crucial” para visibilizar y combatir ese tipo de violencia: Mukwege, por su dedicación a ayudar a las damnificadas; Murad, por su condición de víctima y por denunciar públicamente los abusos. Mukwege es el símbolo “principal” de esa lucha, resaltó el comité, que le reconoce haber tratado a miles de víctimas en el conflicto bélico en el Congo, su condena a la impunidad y sus críticas a las autoridades de su país y de otros porno hacerlo suficiente contra el uso de la violencia sexual como arma de guerra. Perteneciente a los yazidíes, una minoría religiosa de Irak, Murad fue secuestrada en 2014 junto a miles de jóvenes por el Isis, que pretendía exterminar a ese pueblo y usaba a sus mujeres como esclavas sexuales.
Yihad sexual. Murad y otras tres mil jóvenes yazidíes fueron violada s de forma “inhumana” por los terroristas .“Las cosas quenos hicieron fueron horribles”, dijo la activista de 25 años en una entrevista a la BBC. Los terroristas vendían a las esclavas después de un día. Sin embargo, Nadia estuvo tres meses con el hombre que la compró .“Les pregunté¿ por qué hacían eso con nosotras? ¿Por qué mataron a nuestros hombres? ¿Por qué nos violaban? Me contestaron: ‘Los yazidíes son infieles, no son un pueblo de las escrituras. Ahora ustedes son botín de guerra y deben ser destruidos”. Nadia intentó escapar, pero fue atrapada y ex puesta a la “yihad sexual ”.“Me violaron en grupo como castigo”. Pese a sus sufrimientos, Nadia no perdió su fe. “Dios estaba en mi mente cada minuto, aun cuando estaba siendo violada”. La joven logró escapar y recibió asilo en Alemania, adonde denunció los horrores del I sisen Irak. “No me re sultó fácil decir que fuimos esclavas sexuales”, destacó al reaccionar al premio. El Nobel “significa mucho, no solo para mí, sino para todas las mujeres víctimas de violencia sexual”, dijo la ahora embajadora de la ONU para la Dignidad de los Sobrevivientes de Trata de Personas. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, felicitó al médico congoleño y a la yazidí iraquí por el premio que recibirán en diciembre.