BRASIL: CANDIDATO DE DERECHA GANA
COMICIOS, PERO HABRÁ SEGUNDA VUELTA
BRASILIA. Realizó gran parte de su campaña electoral desde la cama de un hospital donde se recuperaba tras sufrir un atentado en un mitin y ayer el ultraderechista Jair Bolsonaro dio la sorpresa al ganar por amplio margen la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil. Sin embargo, el denominado Donald Trump brasileño no alcanzó los votos necesarios para alzarse con la victoria en la primera vuelta y deberá medirse en balotaje con el izquierdista Fernando Haddad el próximo 28 de octubre. Con 96% de los votos escrutados, Bolsonaro (de 63 años), un excapitán del Ejército, tenía 46.66% de los votos, frente al28.43% deHaddad, designado candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) por el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Los resultados a boca de urna del instituto Ibope daban el 45% a Bolsonaro y 28% a Haddad. Este resultado deja a Bolsonaro a un paso del poder. “No deja de ser una gran victoria”, expresó Bolsonaro en una transmisión en directo desde su domicilio, adonde se recupera de las heridas que sufrió el pasado 6 de septiembre cuando fue acuchi- llado. “No teníamos una gran estructura, somos un partido muy pequeño y estuve hospitalizado unos 30 días”, por lo que “es un gran triunfo”, agregó el candidato en alusión a los casi 50 millones de votos que le respaldaron. En la explanada de los ministerios de Brasilia, sus partidarios reaccionaron con desilusión y violencia alegando fraude contra el ultraderechista.
Legado. Haddad, un exalcalde de Sao Paulo, heredó una buena parte del electorado de Lula, sobre todo entre la población pobre que mejoró sus condiciones de vida bajo su gobierno (2003-2011). Pero también heredó el odio qu eL u la inspira entre quienes le reprochan los escándalos de corrupción revela dos por la operación Lava Jato y la crisis económica en la que se sumió el país bajo el mandato de su heredera política Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016. Bolsonaro, por su parte, recibió en la última semana apoyos de poderosos sectores, como los ruralistas y las iglesias evangélicas. Pero debe lidiar con un historial de declaraciones racistas, misóginas y homófobas y con sus justificaciones dela tortura durante la dictadura militar (1964-1985). Ambos candidatos reto man esta semana su campaña por la Presidencia.