Obligar a sus hijos comer sano puede ser contraproducente
El mayor problema que los padres observan en la alimentación de sus hijos es que ellos están comiendo muy poco
ESTADOS UNIDOS. Lasbatallas nocturnas a la hora de la cena que muchos padres tienen con niños que son quisquillosos para comer pueden ser agotadoras. Ahora, una investigaciónsugierequepresionar o recompensar a esos niños para que coman de forma más saludable podría resultar contraproducente. “Esas prácticas pueden reforzar que sean quisquillosos para comer, aumentar las preferencias por alimentos malsanos y conducir a un aumento excesivo de peso”, advirtió la autora del estudio Holly Harris, del Centro de Investigación en Salud Pediátrica de la Universidad de Tecnología de Queensland, en Australia. “Los padres que gestionan a los niños que son quisquillosos para comer con coerción o sobornospodríanestarpreparando al niño para problemas en el futuro”, señaló el doctor Michael Grosso, presidente de pediatría en el Hospital de Huntington de Northwell Health, en Nueva York.
Estudio. Los padres respondieron a preguntas sobre ellos mismos, sus hijos, los hábitos dealimentacióndesuspequeños, sobre cómo respondían a los patrones de alimentación de sus niños y si se preocupaban o no por la forma en que estos comían. Las mamás y los papás parecían estar de acuerdo en si el niño era quisquilloso para comer o no. Pero las mamássepreocupaban más sobre la conducta de alimentacióndesus hijos y se sentían más angustiadas por los llantos, los berrinches y las arcadas. Los investigadores sospechan que la preocupación adicional de las madres podría ser el motivo de que fueran más propensasaintentarsobornar o presionar al niño para que comiera. Grosso y la psicóloga Judy Malinowski afirman que es muy importante que los padres comprendan qué es normal en el desarrollo de sus hijos. “Los niños pasan por varias etapas de desarrollo, y parte de eso implica un sentido del gusto cambiante. Quizá esta semana no les guste lo que les gustaba la semana pasada, y esto puede deberse a la textura, elcoloroelolordela comida”, explicó Malinowski. Ambosexpertosdijeronquela clave es ofrecer opciones. Grosso sugirió ofrecer opciones saludables, porque “dada la elección entre sano y malsano, los niños comerándulcesantesque zanahorias”. También recomendó que los niños beban unas porciones de leche adecuadas según su edad. La buena noticia es que la mayoría delosniñossuperan la etapa de ser quisquillosos para comer, o al menos tienden a hacerse menos quisquillosos a medida que crecen, aseguró Michael Grosso.
Implíquelos en la cocción de la comida siempre que pueda. Ofrézcales opciones como ¿Quieres este alimento u otro?, ¿mucho o poco?