Alemania es un ejemplo
“Desde hace 28 años, Alemania nuevamente está unida en democracia y libertad. La división política forzada por la Guerra Fría fue superada hace ya casi tres décadas”. Con estas palabras inició el mensaje del ministro federal de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, en ocasión del Día de la Unidad Alemana, el pasado 3 de octubre. Reconoció el papel de los países socios. “La unidad alemana no habría sido posible sin su confianza en que una Alemania unida evolucionaría de manera pacífica y positiva en Europa. Citó que “el pasado mes de junio, Alemania fue elegida por más de 180 Estados como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”. Se refirió a un orden internacional basado en normas. “El multilateralismo auténtico no debe cimentar el derecho del más fuerte, sino crear condiciones justas para todos. A estos efectos queremos ofrecer nuestra cooperación en una alianza en pro del multilateralismo abierta a todos los interesados”. “El mundo del siglo XXI, marcado por una creciente interdependencia, exige que dejemos atrás el aislamiento. Aun cuando en todo el mundo actualmente estén avanzando corrientes nacionalistas y populistas, es acertado y es posible contrarrestarlas”. Señaló que Alemania sigue esforzándose, dentro de la Unión Europea”, por superar divisiones, por conciliar posturas antagónicas, por contribuir a solucionar crisis y conflictos a nivel mundial y por defender los Derechos Humanos y el Estado de derecho”. “Una de las enseñanzas de la reunificación alemana es que el progreso real nunca puede darse a través de actuaciones en solitario. Dependemos y seguiremos dependiendo los unos de los otros, y eso es bueno”. Alemania es un ejemplo.