¿Alivio?
El tema de la energía eléctrica, tras el anunciado futuro de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, se mantiene y habrá de perdurar por meses y hasta por años, pues el espectro de la reforma es tan complejo que ha sido calificado por las mismas autoridades como “refundar”, que el diccionario de RAE define: “volver a fundar algo. Revisar la marcha de una entidad o institución para hacerla volver a sus principios originales o para adaptar estos a los nuevos tiempos”. Hacia esto segundo se enfilan las explicaciones sobre las reformas fundamentales para modernizar el sistema energético. Revisar la marcha es más que repetitivo, pues son décadas enteras de hablar del déficit, del deterioro de equipo y líneas, de la pérdida por mora y hurto, de contratos claramente inclinados hacia uno de los lados de la negociación y sobre los que en su aprobación el silencio fue mayoría para su obligatorio cumplimiento. Ahora se trata de rescatar el perdido poder en la negociación para que no se traduzca en aumento de las cuentas en “rojo”. Las explicaciones de la fuente oficial a la Unidad de Investigación de LA PRENSA proporcionan un alivio que deberá concretarse y una evidencia de lo que ha sido la mayoría de los procesos de contratación de las fuentes de energía, térmica, solar, eólica, biomasa y otras que se han ido incorporando a medida que se rezagó y hasta se olvidó el uso del agua mientras la demanda se disparó. Si a ello sumamos el deterioro en las redes de distribución y las profundas deficiencias en el cobro del servicio, tenemos tan endémico sistema que la tentación de echar mano de la solución de la época de oscuridad es hoy tan fuerte como entonces: la energía más cara es la que no se tiene, de ahí que los contratos, hoy en plan de revisión, eran calificados como mal menor, pues el mayor era la falta de energía. Las medidas (8) del acuerdo de refundación y el hincapié en las principales reformas (4) abren un camino que ha de evitar la burocracia, como mal menor, pero siempre mal, los cálculos inmediatos y miopes y los intereses de personas y empresas que se moverán con diligencia y astucia para obtener la mejor de la tajadas de la empresa eléctrica. Decisiones de “sabios” suelen llevar al abismo, por lo que, más que nunca, instituciones controladoras del Estado con “fina visión” habrán de volar ojo para defender los recursos del Estado desde el momento mismo en que se anunció la refundación y proteger la imagen del país, en grave deterioro por incumplimiento de lo firmado, que, a los pocos meses, hace gritar “no podemos”, “esto es peor”. Una vez más a rescatar y modernizar el sistema, pero se ¿podrá con la misma gente? No hay peor lucha que la que no se hace...