Caravana sigue ruta pese a riesgos y advertencias de México y EEUU
Autoridades hondureñas, guatemaltecas, salvadoreñas y mexicanas se han movilizado con la idea de hacer desistir a los migrantes de su idea de llegar a Estados Unidos
TEGUCIGALPA. La caravana de unos 2,000 migrantes hondureños sin documentos que se dirige a Estados Unidos sigue su travesía por Guatemala entre la incertidumbre y la amenaza de Washington de retirar “de inmediato” la ayuda económica a Honduras. La caravana amaneció ayer tranquila en Guatemala, cuyas autoridades alertaron que no dejarían entrar a indocumentados, y retomó su camino rumbo a Estados Unidos vigilada por una fuerte presencia policial. El Ejército de Guatemala puso a disposición de los migrantes tres camiones para que voluntariamente regresaran a la frontera con Honduras y muchos decidieron volver ante la incertidumbre, aunque la mayoría continuó. Sin embargo, según medios locales de prensa, más hondureños están saliendo en autobuses interurbanos hacia la frontera con Guatemala con la idea de sumarse al grupo. Mientras, autoridades hondureñas, guatemaltecas, salvadoreñas y mexicanas se han movilizado para hacer desistir a los migrantes hondureños de su idea de llegar a EEUU de manera ilegal por el riesgo que representa, principalmente para muchos niños, mujeres y adultos, algunos con impedimentos físicos. El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, dijo que están ayudando y tratando de convencer a los migrantes hondureños de que deben quedarse a construir su país. “Hoy, al otro extremo de nuestro país, estamos tratando de ayudar también (....) a nuestros hermanos hondureños para convencerlos de que somos nosotros, los guatemaltecos los que debemos construir Guatemala, los hondureños los que deben construir Honduras, y juntos hacer una Centroamérica donde todos queramos vivir y vivir en paz”, expresó Morales.
México en alerta. Las autoridades de México han advertido que los migrantes no podrán entrar a ese país de manera ilegal, lo que supone que la caravana estaría viendo frustrado su objetivo de llegar a Estados Unidos, donde tampoco se les permitirá entrar. El secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete, consideró que la tensión del Gobierno de Estados Unidos con sus elecciones intermedias supone un riesgo para los integrantes de la caravana. Navarrete dijo que quienes convocaron la caravana “están poniendo en riesgo la vida de niños, de mujeres y de personas en vulnerabilidad”. Sectores como la empresa privada y analistas locales consideraron que esta caravana de migrantes, que pretende llegar a EEUU aduciendo falta de seguridad y desempleo, merece una “reflexión”. El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, dijo que esta movilización debe llamar “a la reflexión” sobre la creación de condiciones para generar empleos que eviten la migración irregular. “Es una reflexión profunda de cómo exponen por motivos políticos a nuestra gente, por motivos aviesos, fuerzas oscuras que están alentando esta migración irregular y que debemos crear las condiciones para generar más trabajo”, agregó. Este tema también ha sido llevado al plano político local, desde los que atribuyen la movilización al Partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, hasta los que culpan, comenzando por el exgobernante, al Gobierno que preside Juan Orlando Hernández. El exdiputado de Libre Bartolo Fuentes fue detenido en Guatemala cuando acompañaba la caravana por haber ingresado de forma irregular o ilegal a territorio guatemalteco”, informó el portavoz de la Policía Nacional, Jair Meza. Anoche se informó que permanece en un albergue a la espera de conocer si regresa al país o continúa el viaje. El analista Omar Andrés García dijo que al margen de quién promueva la caravana, la clase política es la responsable de la inmigración, la pobreza, la corrupción y impunidad en el país. “En 30 años de democracia tenemos esto, somos el país más pobre de América, vivíamos mejor en gobiernos militares, cuando seis de cada diez hondureños eran pobres, hoy son ocho”, enfatizó García. EFE