¿Chaparrito o con retraso de desarrollo?, ¡descúbrelo!
Si crees que tu hijo es muy bajito para su edad o compañeros de escuela, consulta a un médico para seguir un tratamiento
Si tu hijo siempre es el más bajito o niños menores ya lo rebasan, podría tener un problema de crecimiento. Detéctalo con estas claves. Resulta necesario poner especial atención a su crecimiento para poder detectar si realmente existe algún problema con su salud.
1.
Cambios en su talla y peso
Lleva una bitácora del crecimiento de tu hijo. Es fundamental tener un control puntual de cómo aumenta su talla y peso para poder detectar una variación importante y consultar el tema con su pediatra. “Se estima que los niños entre los 2 y 3 años deben duplicar la estatura que tuvieron al nacer y, a partir de los 3 años, crecer 5 centímetros por año hasta la pubertad”, dice Margarita Barrientos, Especialista en Pediatría Médica y Endocrinología
2.
Su lugar en la fila escolar
Cuando le acompañes a la escuela, date tiempo de observar qué lugar ocupa en la formación que suelen hacer para entrar o salir de los salones. Si desde el preescolar está en los primeros cinco lugares de la fila de su grupo y continúa así hasta el nivel básico, pon especial atención a las razones por las cuales esto ocurre. Siempre es recomendable comentar estos detalles con tu pediatra.
3.
Su rostro
Aunque sean niños, su cara y sus rasgos corporales van cambiando conforme crecen. Algunos menores con problemas de crecimiento tienen un aspecto aniñado, es decir, que se notan más pequeños que otros niños de la misma edad. Analiza el tamaño de sus rasgos corporales, ya que un cuerpo regordete, manos y pies pequeños o desarrollo muscular insuficiente, en
comparación con compañeros de su generación, pueden ser señales de alguna anomalía en el desarrollo.
4.
Medidas profesionales
Además de la bitácora que tú llevas de la talla y peso de tu hijo, es necesario que un pediatra lo mida de manera frecuente utilizando curvas de crecimiento. Estas herramientas estandarizadas se emplean para comparar la estatura, el peso y el tamaño de la cabeza de tu hijo frente a niños de la misma edad y así tener parámetros estimados de crecimiento. Hacer esto permitirá detectar oportunamente cualquier problema, así como diagnosticar de manera temprana talla baja, obesidad o
desnutrición.
5. Accidentes
Si tu hijo sufrió algún golpe fuerte en la cabeza o un traumatismo craneoencefálico, pon más atención a su crecimiento tras ese incidente. Algunos menores diagnosticados con problemas de desarrollo sufrieron accidentes de ese tipo.
Otras señales. Si no cambia de talla de ropa o de zapatos por lo menos una vez al año. Si es el más bajito del salón. Si su hermano menor le está alcanzando o superando en altura. Si detectas varias de esas señales, pero tanto tú como tu pareja son chaparritos, tus hijos también lo serán.