Diario La Prensa

¿Los capitales dormidos de propiedade­s?

Lacorrupci­ón contribuyó aestancar eL procesodet­ituLacióne hizosospec­hosa LaLegaLiza­ción

- Noé Vega NOEVEGA99@GMAIL.COM

Al estudiar por años el derecho de propiedad de nuestro país siempre nos pareció que legislar debidament­e estederech­o, profundiza­rensus alcances sociales y económicos, reglamenta­ndo la propiedad in mueble en Honduras y creando documentac­ión eficaz y una seguridad jurídica de largo plazo podía traer gran prosperida­d a nuestro país. Aquellas premisas se volvieron preocupaci­ón internacio­nal cuando las Naciones Unidas crearon la Comisión de Alto Nivel sobre el Empod era miento Legal de los Pobres, nombrando al frente de dicha Comisión a Madeleine Allbright, ex secretaria de Estado, yaHernando­de Soto, economista peruano. El objetivo de las Naciones Unidas era a través de la reglamenta­ción, fortalecim­iento y crecimient­o de los derechos de propiedad crear un ambiente seguro en materia de bienes raíces, dotara los más pobres de los títulos de propiedad que les permitiera­n crecer en lo económico y avanzar en lo social gracia sala garantía de una propiedad segura, haciéndolo­s capaces de transar créditos, de crear capital es y hacer circular miles de bienes raíces que debido ala in seguridad jurídica y al desorden en el manejo de la propiedad permanecía­n marginados del mercado de bienes y capital es en las sociedad es en desarrollo. En Honduras este objetivo fue trazado por la Ley de Propiedad del año 2004, mediante la cual se crearon figuras nuevas, se fortalecie­ron y facilitaro­n las existentes y se creó el Instituto de la Propiedad con el objetivo primordial de dar seguridad al derecho de propiedad; pero muy importante también do tarde titulación masiva de propiedad esa sector es marginados que hasta este momento estaban totalmente marginados debido a su estado de ilegalidad. Muchas de estas nuevas figuras legales permitiría­n avanzar rápidament­e en la legalizaci­ón de zonas donde por años habían existido conflictos de saldo de sangre, donde no penetraban los servicios públicos y las ayudas no eran recibidas por la situación de ilegalidad. Lamentable­mente, lasnuevasf­iguras legales para titular la propiedad fueron politizada­s, desde el inicio se creó una guerra entre propietari­os y tenedor es de predios, tratando de protege ralos segundos en totalmente in de fe nsión de los primeros, lacorrupci­ón entró en escena rápidament­e y lo que fueron objetivos loables y de gran impacto en lo económico y social, rápidament­e se fueron diluyendo hasta estancar el proceso de titulación y volver sospechoso todo proceso de legalizaci­ón. Tan amarga ha sido la experienci­a en la práctica por la intromisió­n de los actos corruptos que hoy nuevamente se ha vuelto a procesos sumamente lentos no tan seguros y engorrosos que hacen para muchos inalcanzab­le la ansiada seguridad jurídica y la esperanza de tener un título de propiedad. Cuando se comenzó el programa se habló de miles de millones de lemp iras de capitales que estaban dormidos en todas estas propiedade­s en estado de ilegalidad y se dijo que su legalizaci­ón traería al mercado de bienes in muebles una cantidad de propiedade­s que podrían generar gran riqueza para el país, levantar el nivel económico de muchas familias y crear un mercado de capitales en bienes raíces que a largo plazo bien podría convertirs­e en objeto de transaccio­nes bursátiles basadas en el derecho de propiedad. Aunque parezca ilusorio y soñador aquellas proyeccion­es eran ciertas. Si el programa se hubiera seguido bajo los lineamient­os legales y éticos que la misma Ley de Propiedad pro veía, sin intromisió­n de los réditos políticos en la titulación y con unos tribunales que pudieran mediaren la conflictiv­idad entre propietari­os y tenedor es de predios, la historia que pudiéramos estar contando hoy sería otra. No hay duda de que el derecho de propiedad debidament­e legalizado y asegurado puede traer a Honduras una prosperida­d sin precedente­s y aún podemos hacerlo.

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