Mano dura anuncia Bolsonaro
En medio de la escalada de la violencia en Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, favorito a vencer en las elecciones presidenciales del domingo, promete mano dura contra la delincuencia y defiende una política más agresiva en la lucha contra el crimen, en un país que él mismo ha descrito como “en guerra”. “Prefiero una cárcel repleta de bandidos a un cementerio lleno de inocentes”, afirmó recientemente en una entrevista el capitán de la reserva del Ejército. El abanderado del Partido Social Liberal (PSL) ha situado la seguridad pública en el centro de su agenda, en un momento en el que la violencia, junto a la salud, se ha convertido en la principal preocupación de los brasileños, según una encuesta publicada el pasado mes por el instituto Datafolha. Para levantar su bandera, Bolsonaro se ha apoyado en las estadísticas: Brasil alcanzó el año pasado un récord histórico de 63,880 homicidios, una media de 175 por día, lo que convierte al país suramericano en una de las diez naciones más violentas del mundo, conforme a datos de la ONG Fórum Brasileño de Seguridad Pública. “¡La seguridad es nuestra prioridad. ¡Es urgente! El pueblo necesita trabajos, quiere educación, pero eso no tiene sentido si siguen siendo atracados de camino a sus trabajos. No tiene sentido si el narcotráfico se mantiene en las puertas de las escuelas”, alertó Bolsonaro en un mensaje en Twitter. El aspirante ultraderechista ha asociado el aumento de la violencia en Brasil con la creación en la década de los noventa del Foro de Sao Paulo, integrado por las izquierdas latinoamericanas. Considerado por muchos como el “Trump sudamericano”, Bolsonaro también apuesta por detener a delincuentes y “dejarlos presos”. El objetivo del legislador en materia de seguridad, según afirmó recientemente, es “conseguir un Brasil similar a aquel que teníamos hace 50 o 40 años atrás”, cuando el país se encontraba en el ápice de su dictadura militar (1964-1985).