Caravana avanza por el sur de México hacia la frontera
Los “ríos de gente” ya no se ven y muchos esperan a que pasen vehículos que les den aventón Los hondureños se dirigen hacia Acacoyagua, estado de Chiapas
ACACOYAGUA. Miles de migrantes hondureños que cruzan México en caravana, decididos a llegar a Estados Unidos, reanudaron su marcha en un trayecto que se estima de 12 horas, la mayoría de ellos a pie. Con sus escasas pertenencias a cuestas y numerosa presencia de mujeres -algunas de ellas adolescentes- llevando a sus hijos cargados o de la mano, partieron antes del amanecer desde la comunidad de Huixtla, en el estado de Chiapas, donde acamparon el martes para recuperarse. “Ayer descansamos un poco, nos bañamos en el río, así que salimos con un poco más de fuerza, pero ya a esta hora el sol nos tumba por momentos”, dijo Ulises Fernández, agricultor de 22 años, al pasar por el poblado de Acacoyagua montado en un mototaxi. “¡ Ánimo, hermanos!”, les
gritaban sobre la carretera pobladores de Acacoyagua, que se erige al lado de la Sierra Madre Occidental. “¡ México, México!” gritan en respuesta los migrantes en agradecimiento por el agua y los alimentos que los pobladores les entregan. El sol inclemente de la mañana los baña en sudor, algunos cojean por las heridas sufridas de tanto andar; otros empujan destartaladas carreolas en las que viajan los más pequeños y no faltan algunos en silla de ruedas.
Pausado avance. Acacoyagua está a unos 100 km de Ciudad Hidalgo, fronteriza con Guatemala, por donde el viernes ingresaron a México en una auténtica estampida. Para alcanzar la frontera con Estados Unidos les restan unos 3,000 km, según la ruta que decidan tomar. El plan de este miércoles representaba, en distancia, lo mismo que recorrieron entre domingo y lunes pasado. Este martes descansaron y hoy asumían el trayecto con la ilusión. La caravana ya no era esa multitud compacta de gente a su entrada a México por Guatemala. Por el contrario, avanzaron en distintos convoyes. Muchos de ellos ya cansados –porque partieron de San Pedro Sula Honduras el 13 de octubre–, avanzaban despacio o esperaban, cobijados en la sombra de algún árbol, a alguien que les transportara.
Asilo. México había advertido que solo ingresarían desde Guatemala quienes contaran con documentos legales, pero la mayoría entró cruzando clandestinamente el río Suchiate, línea divisoria entre los dos países. La policía mexicana por momentos recorre la carretera con los migrantes, pero sin impedir su paso. Hasta el lunes se contabilizaban 1,699 solicitudes de refugio en México, particularmente menores de edad con sus madres y mujeres, según el Gobierno mexicano. Estos migrantes permanecen en un recinto ferial de Tapachula, Chiapas, donde son atendidos por las autoridades.
150 hondureños de la caravana retornaron anoche en un vuelo que aterrizó en el aeropuerto Ramón Villeda Morales.