¿Transparencia u oscuridad?
Elrecienteinformedelaorganizaciónnogubernamental TransparenciaInternacional ponedemanifiestonuevamentelarealidadcríticadel estadofallido: corrupción profundaqueseexpande cadavezmásenlosfangosde laimpunidad. Lacorrupciónhasidoparte delaculturadelaadministraciónpública, peroenel casodelestadofallidoactual, estayasuperóconcreces cualquierantecedenteconocido. Soloparaejemplificar serobaronnadamásynada menosque6,000millonesde lempirasdelInstitutoHondureñodelSeguroSocial: si, leyó bienlacifra. Soloeseactode corrupciónhasidotanoscuro quedrenóporcompletoel presupuestodesaluddelpaís. Eninformealudidoindica queHondurasseubicaenel lugar135de180enlosíndices depercepcióndelacorrupciónaescalaglobal: vaya récordelquenoscargamos. Sedestacaquelacorrupción incidemásenaquellasinstitucionesdondehaymayor presupuestopúblico, entre lasquesecitaalassecretarías deSeguridad, ObrasPúblicas, Salud, Educaciónyel TribunalSupremoElectoral. Asíque‘transparencia‘ esuna palabraausenteydistante enlapraxisparaelnauseabundoEstado, noexistela buenaadministracióndelos recursos, todolocontrario, lacorrupciónsehaconvertidoenelmayorproblema deunasociedaddecadente queagonizaconunestado quehaceratofallóensus finesesenciales. Serequiere quelasnuevasgeneraciones amenestepaísysecomprometanaasumirliderazgos con integridad y probidad en el uso de los recursos. Que la nueva generación de políticos y servidores públicos no se enamoren del dinero sino de la justicia. ¿Fantasía o quimera? Quizás, pero si no lo hacemos ahora el flagelo oscuro de la corrupción nos cegará por completo hasta dejarnos sin patria y sin esperanza así que quitemos la venda de nuestros ojos y asumamos el rol histórico que la patria demanda.