El octubre negro de los Fujimori
La familia Fujimori vivió un octubre funesto, que terminó con órdenes de ingreso en prisión contra el expresidente Alberto Fujimori y también contra su hija y heredera política Keiko. Octubre es para los peruanos el mes morado, color distintivo del Señor de los Milagros, al que se le dedican en sus días las procesiones más multitudinarias del país, pero para los Fujimori se tornó cada vez más negro en el ámbito político y judicial. En apenas 27 días, las dos grandes figuras del fujimorismo no solo perdieron la libertad sino que también Fuerza Popular fue casi borrado del mapa en las elecciones regionales y municipales. La seguidilla de fatalidades para los Fujimori comenzó el 3 de octubre cuando la Justicia peruana anuló el indulto que Alberto gozaba sobre la condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad que le fue impuesta en 2009. A Fujimori le quedan por cumplir aún 14 años de la condena como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de Barrios (1991) y La Cantuta (1992). Ni bien conoció que debía volver a prisión, Fujimori fue trasladado a una clínica de Lima por su hijo Kenji donde permanece hasta ahora sin que las autoridades puedan de momento devolverlo a la cárcel. Ese día, una compungida Keiko aseguró entre lágrimas que la anulación del indulto era una persecución contra su familia, igual que repetiría durante las siguientes semanas cuando la perjudicada directa fue ella. El 10 de octubre, Keiko fue detenida por 10 días en el marco de la investigación que el fiscal José Domínguez Pérez le sigue por presuntamente haber lavado dinero en su campaña para las elecciones presidenciales de 2011.
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