Unos 49 reclusos se han fugado de cárceles en los últimos dos años
Solo en 2018 se reportan 22 escapes, en donde se incluye una fuga de una cárcel de máxima seguridad El Instituto Penitenciario ha sido advertido de las evasiones
TEGUCIGALPA. La última fuga de dos reos de la cárcel de El Porvenir, Atlántida, ocurrida el domingo pasado, es una muestra de las debilidades en la seguridad de los centros penales, que en dos años registró una fuga cada 13 días. Las escapatorias se volvieron recurrentes en los reclusorios en los últimos 22 meses, según datos recabados por diario LA PRENSA. En ese tiempo se reportaron 49 fugas, de las que 27 sucedieron en 2017 y 22 en lo que va de 2018. Lo anterior representa como promedio la fuga de un reo cada 13 días. En el registro de 2018 se incluye a cinco presidiarios que gozaban de preliberación, es decir, que tenían permiso de salir con la condición de regresar, pero no retornaron. Esta estadística fue obtenida por LA PRENSA mediante una búsqueda en los medios de comunicación, en vista que el Instituto Nacional Penitenciario (INP) no la pudo proporcionar de forma inmediata, ya que pidió una solicitud en hoja membretada y sellada para proporcionar la información.
Evasiones. Entre las fugas se encuentra la de los 18 reos de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, en Támara, Francisco Morazán, registrada en mayo de 2017. En este penal hay unos 5,400 reos. De igual manera, se contabilizan nueve huidas del centro penal de El Porvenir, en Atlántida, el segundo con más registros de fugas. El domingo pasado, dos reos de este penal aprovecharon un corte en el fluido eléctrico de la zona, y que llovía, para salir de madrugada por el techo de zinc de su celda. El gobierno ha invertido unos 49 millones de dólares en los últimos cinco años en la construcción de nuevos centros penales, algunos de máxima y mediana seguridad. Por ejemplo, del penal de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara, El Pozo I, se escapó Esdras Enoc García. Las autoridades penitenciarias reportaron que García simuló que realizaba deportes y esperó que el resto de presos terminara la recreación para huir. El Pozo I se construyó con una inversión de 26 millones de dólares. El otro centro penal de máxima seguridad es el de Morocelí, El Paraíso, conocido como La Tolva o El Pozo II, en el que se invirtieron $23 millones. En Honduras existen 25 centros penales, más otras tres instalaciones que sirven como prisión en batallones. La población penitenciaria es de 20,702 personas, según cifras del 16 de octubre de 2018 del INP.
Causas. El comisionado presidente del Mecanismo y Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura y Otros Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes ( MNP- Conaprev), Orle Solís, consideró que la falta de Directora INP Subdirector INP
Los altos funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario asumieron funciones el 7 de febrero de 2017. El INP es una dependencia de la Secretaría de Gobernación y Justicia, y fue creado en 2012 con la Ley del Sistema Penitenciario para administrar los penales que antes manejaba la Policía Nacional. preparación del personal en la seguridad penitenciaría es un factor para que existan tantas fugas. “Se creó la Academia Nacional Penitenciaria para formar hombres y mujeres en la seguridad penitenciaria, pero apenas han egresado unos 800”, explicó. De igual manera, opinó que el hacinamiento incide en que los reos pretendan escapar. El MNP-Conaprev ha expuesto estas situaciones al INP, dijo Solís.
Reducción de muertes. El INP informó en un boletín que las muertes en los centros penales se han reducido en un 80%. “Las cifras indican que hace una década se contabilizaban al menos 28 homicidios anuales, en 2017 se reportaron 14 y en lo que va del presente año se registran cuatro muertes, obteniendo una significativa reducción del 85% en decesos violentos”, dice el reporte. Las muertes violentas en los penales han sido producto de disputas personales, según el subdirector del INP, German McNiel. Entre las medidas que se han aplicado para bajar las muertes en las correccionales se encuentra el monitoreo de llamadas telefónicas, revisión de correspondencia y uso de máquinas de escáner. LA PRENSA llamó en varias oportunidades al subdirector MacNeil para pedirle las cifras oficiales y hacerle una entrevista sobre las masivas fugas, pero indicó que no podía hablar sobre el tema porque tenía su agenda ocupada. Tampoco fue posible obtener una declaración de la directora Rosa Gudiel Ardón para que explicara las medidas que se están adoptando para evitar estas fugas. El Gobierno de Honduras tiene previsto construir otra cárcel de máxima seguridad.
Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario nunca han sido sometidas a sanción por las constantes fugas de los penales.