Bolsonaro, producto del Lava Jato
Cómo es que un partido político brasileño que contaba con un diputado, con un candidato considerado un desconocido y con un partido de izquierda con una fuerza tal que catapultó aun líder comoLu la da Silva al escenario mundial y creó casi un mito del sindicalista superado pudo ser derrotado en una con tienda política en Brasil. Podríamos especularmucho, podríamosllenar páginas de análisis buscando las causas de este fenómeno político brasileño, pero en medio de todo hay unacosacierta, lacorrupciónjugó un papel determinante en este giro político que le ha dado la espalda ala izquierda, que amenaza con terminar con la noción del Estado benéfico que crea la izquierda y puede crear una ola de movimientos políticos donde la izquierda vuelva a tomar el poder político en América. Hace muchos años cuando los partidos de izquierda comenzaron a cambiar el rumbo político de América Latina dijimos que la derecha no tenía mucho que celebrar, ahora decimos que la izquierdatampoco, lacorrupciónno tiene color político ni ideología, pero lo más importante esquela población la rechazará siempre, venga de donde venga. Aunque por momentos la pinten de beneficencia, la adornen con dádivasestatales, lacorrupciónnos destruye como Estado, nosempobre- cecomonación. La elección de Ja ir Bol sonar o al frente de Brasil fue traída sobre los hombros de la lucha anti corrupción, no es coincidencia que el juez Moro se convierta en la corona de un triunfo marcado por las denuncias de corrupción de la clase política brasileña, marcado por el encarcelamiento d eL u la da Silva y su prohibición de participar en política. Bolso na roes un producto directo de Lava Ja to, la operación anti corrupción emprendida por la Fiscalía brasileña y que dirigiera el juez Sergio Moro. Como también ponderamos desde hace tiempos que la corrupción puede convertir una nación en un Estado fallido, la corrupción tiene el poder de destruir una sociedad; pero también puede obraren sentido contrario, y lohemosvisto. Sí, porquelaelección de Ja ir Bol sonar o como presidente de Brasil refleja el cansancio de la sociedad con las estructuras políticas corruptas, es un reflejo de que la elección más común que antes hacían los latino americanos entre el militarismo y la democracia, decantándose por el primero si este resuelve sus problemas, ahora el dilema es entre honestos y corruptos, así de simple. Porque durante mucho tiempo la respuesta de los latinoamericanos ante las opciones política sera que preferían un gobierno militar y hasta una dictadura siesta resolviera los problemas, pero hoy es que prefieren undesconocido, uninexperto, una estrella fugaz del escenario político alas rancias y conocidas estructuras políticas, sin importar su orientación, sean de derecha o de izquierda. Ha llevado tiempo para que la sociedad abra los ojos claramente aestarealidad, peropareceserque este tiempo está llegando y la lucha anti corrupción será determinante en cualquier movimiento del ajedrez político latino americano. Tenemos las pruebas no solo en Brasil, también en Argentina y Ecuador, la corrupción eshoyporhoy, el principal problema que enfrentan las sociedad es latino americanas y una amenaza real para la democracia. Fuera de discusión quedaron lo económico y la in seguridad, talvez porque ambos, lo económico y la in seguridad, son también engendros de la misma raíz: la corrupción. Las sacudidas en las clases políticas latino americanas por la lucha anticorrupción aún no terminan, pero ya estamos observando sus resultados y sus réditos en lo político, por ello no seremos nunca pesimistas de que esa ola que está arrastrando las sociedad es latinoamericanas aun cambio profundo de mentalidad también nos toque a nosotros, no por coincidencia Sergio Moro será el nuevo ministro de justicia de Brasil.
“Lassacudidas porLaLuchaanticorrupciónno terminan, peroya hayresuLtadosen eLcampopoLítico”