Señales tempranas del cáncer de tiroides
El tipo de cáncer de tiroides más común es el carcinoma papilar, el cual es curable si se detecta de forma temprana
ESTADOS UNIDOS. Los casos de cáncer de tiroides están en aumento en Estados Unidos, y los expertos quieren que todos sepan cómo las personas con un riesgo alto de la enfermedad pueden detectarla en las primera etapas. Según la Sociedad americana contra el cáncer (American Cancer Society), en 2018 se diagnosticarán 54,000 casos nuevos en Estados Unidos. Y tres de cada cuatro de esos casos serán en mujeres. Pero cualquiera puede desarrollar la enfermedad. Los síntomas pueden ocurrir antes en las mujeres, que por lo general son diagnosticadas en la cuarentena o la cincuentena, mientras que es común que los hombres sean diagnosticados en la sesentena o la setentena. “Aunque la mayoría de casos de cáncer de tiroides surgen sin antecedentes familiares, si tiene antecedentes familiares de cáncer de tiroides debe hacer que un médico evalúe cualquier bulto o masa reciente en el cuello ”, señaló el doctor Brett Miles, codirector de la división de oncología de la cabeza y el cuello en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. Y las personas con un historial de tiroiditis de Hashimoto, exposición a la radiación en el cuello, o pólipos de colon en la familia tienen un mayor riesgo, añadió. “Una buena regla práctica es que si unos ganglios linfáticos inflamados o
La atención de seguimiento regular es una parte esencial del tratamiento.
bultos en su cuello no desaparecen tras unas tres a cuatro semanas, se deben evaluar”, comentó Miles en un comunicado de prensa del Mount Sinai.
Cambios. El cáncer de tiroides es un tumor o una masa en la glándula tiroides, en la parte frontal del cuello. Existen varios tipos de cáncer de tiroides. El más común es el carcinoma papilar, que es curable, sobre todo si se detecta pronto. Los factores de riesgo importantes incluyen: unos antecedentes familiares de cáncer de tiroides; antecedentes de exposición a la radiación en la cabeza, el cuello o el pecho; o una dieta baja en yodo.