Exmarine mata a 12 personas en un bar de Los Ángeles
El atacante, identificado como Ian David Long de 28 años, dejó entre los muertos a un policía, hirió a unos 25 y luego se suicidó Atacó con una pistola Glock calibre 45 comprada legalmente
THOUSAND OAKS. Un exsoldado armado con una pistola mató a 12 personas al abrir fuego la noche del miércoles en un bar abarrotado de estudiantes cerca de Los Ángeles, en el segundo tiroteo en EEUU en menos de dos semanas. El hombre, que se habría suicidado, ingresó poco antes de las 11:30 pm al Borderline Bar and Grill, donde se celebraba una fiesta estudiantil a la que asistían “varios cientos” de jóvenes, declaró el capitán Garo Kuredjian, de la oficina del Sheriff del Condado de Ventura. El sheriff del Condado de Ventura, Geoff Dean, describió a la prensa “una escena horrible” con “sangre por todos lados”. Dean precisó que entre las víctimas figuran 11 personas que se encontraban en el bar y un policía, identificado como Ron Helus, que intervino en la escena. Helus era el “número dos” del sheriff del condado, fue alcanzado por varias balas tras acudir al lugar en respuesta a la primera llamada de emergencia. En una rueda de prensa, Dean identificó al atacante como Ian David Long, un exmarine de 28 años conocido por la policía. Fue hallado muerto en el lugar. “Creemos que se disparó”, dijo Dean. Long estaba armado con una pistola Glock comprada legalmente, y equipada con un cargador más grande que el de diez balas para el que está normalmente concebida, explicó. El ataque también dejó unos 25 heridos, 23 son leves y acudieron a los hospitales por su propio pie, mientras que otras dos personas fueron transportadas en ambulancia.
El atacante. Varios testigos que se hallaban en el Borderline describieron un hombre imponente, completamente vestido de negro, con lentes, barbudo o con el rostro tapa do por una bufanda negra, según los testimonios, y con una pistola de grueso calibre. Con la investigación en curso, “nada me lleva, a mí o al FBI, a pensar que existe un vínculo terrorista”, dijo el sheriff Dean, que además explicó que la policía ha tenido “contacto con Longa lo largo de los años por eventos menores”. En abril, fue atendido por expertos en psicología de la policía por comportarse de “manera irracional”, agregó.
Hora de terror. La mayoría de los testigos citados por los medios eran estudiantes universitarios que describieron escenas de pánico. “Todo el mundo se tiró al suelo rápidamente. Todo el mundo quería salir lo más rápido posible”, declaró una joven que escapó junto a una amiga por una ventana de la cocina. Jasmin Alexander, que estaba con un grupo de 15 amigos en el bar, narró una escena de caos y confusión cuando los disparos empezaron. “Era un miércoles normal. Estábamos en el bar, divirtiéndonos, bailando”, dijo la joven a periodistas tras escapar del tiroteo. “De pronto escuchamos el ‘bang, bang’ de los disparos y se volvió una locura y la gente empezó a empujar”. “Pensamos que era una broma, no lo tomamos en serio al principio porque sonaba como petardos. Y luego todo el mundo se tiró al piso”, afirmó.
Vivía en la zona de Newbury Park junto a su madre y era víctima de estrés postraumático.