María León
Arizona ha dejado de ser un estado totalmente conservador y cada vez tiende a ser más neutral, como demuestra la victoria de Kyrsten Sinema, la primera demócrata electa a este puesto en tres décadas, afirman expertos sobre una región que puede jugar un papel clave en próximas citas presidenciales. “Somos un estado que se está transformando, de ser un estado rojo a más azul liberal”, dijo a Efe Joseph García, director del Centro de Política Latina del Instituto Morrison, de la Universidad del Estado de Arizona (ASU), en referencia a los tradicionales colores de republicanos y demócratas. García indicó que el hecho de que Arizona esté dando pasos para ser un “sólido estado morado” (que no está definido a favor de ninguno de los dos partidos principales) se debe sobre todo a una mayor participación de los jóvenes, latinos y los votantes independientes. Coincide el analista político Michael J. O’Neil, quien dijo a Efe que Arizona es “casi” un estado bisagra, aunque todavía existe una fuerte presencia republicana. “Estos resultados son una buena señal para los demócratas, pero ahora tenemos que ver qué resultados obtienen en elecciones más competitivas como las elecciones presidenciales de 2020”, indicó O”Neil. Después de una cerrada contienda, Sinema fue declarada victoriosa este lunes, casi una semana después de las elecciones del pasado día 6, al derrotar a su contrincante republicana Martha McSally. La conservadora, que recibió el apoyo político del presidente Donald Trump, que viajó a Arizona para pedir el voto por McSally, no pudo evitar que pasase a manos demócratas el escaño en el Senado federal, que todavía conserva Jeff Flake, su compañero de partido, que no se presentó a la reelección. Sinema se convierte en la primera mujer electa al Senado por Arizona y la primera demócrata en ser electa para este puesto desde 1988. Arizona era considerado hasta hace poco uno de los estados más conservadores de la nación.