Francia protesta contra alza a los combustibles
Los “chalecos amarillos” han convocado a una gran manifestación para esta sábado en París
PARÍS. La ola de protestas en Francia contra la subida del impuesto a los carburantes comienza a tener repercusiones en países vecinos, con camioneros españoles bloqueados en las carreteras e incidentes violentos en Bélgica. Las manifestaciones “están perjudicando al colectivo de transportistas que a diario deben cruzar la frontera del país galo y obstaculizan la libre circulación de mercancías”, denunció ayer el ministerio españoldeAsuntosExteriores. El martes, el puesto fronterizo de Irún en el País Vasco español, enelextremooestede frontera con Francia, se cerró a la circulación de vehículos pesados durante varias horas, provocandoatascosdehasta13 kilómetros. “El sector de las frutas y hortalizas está particularmente afectadodebidoalanaturaleza perecedera de su mercancía”, añadió el ministerio, que estima que las pérdidas se elevan a dos millones de euros. En Bélgica, al menos 20 personas fueron detenidas la noche del miércoles tras incidentes violentos cerca de un depósito de carburantes en la ciudad de Feluy, cerca de la frontera con Francia. Desde el viernes, manifestantes con chalecos amarillos, la prenda distintiva de los manifestantes franceses, protestan cerca de este depósito de combustible del grupo francés Total, bloqueando su acceso al igual que la circulación en la autopista aledaña. La revuelta de los llamados “chalecos amarillos” en Francia sacó el fin de semana pasado a miles de manifestantes a las calles de todo el país para protestar contra un aumento de los impuestos sobre los carburantes y la falta de poder adquisitivo en general. Aunque las protestas han perdido intensidad en los últimos días, ayer se seguían reportando incidentes aislados, en el sexto día de protestas, antes de una gran concentración convocada en la capital francesa este sábado. Unos 30 manifestantes ralentizaron ayer el tráfico en la autopista A16, cerca del túnel del Canal de la Mancha, en el norte de Francia, donde circulan miles de camiones que llegandiariamentedesdeGran Bretaña. Otrosseguíanbloqueandodepósitosdecombustible en todo el país.