Diario La Prensa

El expiloto y compadre de ‘El Chapo’, testigo sorpresa

Miguel Ángel Martínez Martínez testificó en el sexto día del juicio Guzmán Loera tomó notas durante el testimonio de su excolabora­dor y le observó con los brazos cruzados

- Agencia EFE/AFP redaccion@laprensa.hn

NUEVA YORK. El Gobierno de EEUU sentó ayer en el banquillo de los testigos a Miguel Ángel MartínezMa­rtínez, quientraba­jó para el Cártel de Sinaloa bajo las órdenes directa s de Jo aquín “ElChapo” GuzmánLoer­acomo su piloto ya cargo de contactar a los carteles colombiano­s que le suministra­ban la droga. Martínez, alias “El Toloche” y “El Gordo”, entró a la sala de la corte federal de Brooklyn del juez Brian Cogan donde se lleva a cabo el juicio por la puerta principal y sin voltear la mirada, caminó hasta el asiento designado a los testigo se identificó a Guzmán Lo era como su antiguo jefe, tras responder a preguntas de la Fiscalía de Nueva York. “¿ Para quién trabajó ?”, le preguntó el fiscal Michael P. Robotti, aloque el testigo señaló sin titubear a Guzmán Loera, tras lo cual le preguntó :“¿ Con quién se reportaba usted?”. “Exclusivam­ente con Joaquín Guzmán Loera”, respondió. “¿ Con qué otro nombres el e conocía ”?,“El Chapo, El rápido, el ingeniero, eldoctor, elarquitec­to”, seescuchód­ecir aMartínez. Luego, el fiscal le preguntó si veía a Guzmán Loera en el tribunal y tras responder de forma afirmativa y ante el requerimie­nto del Gobierno, le identificó como el hombrequel­levaba la chaqueta negra y camisa crema, la indumentar­ia de ayer del Chapo. Martínez agregó que mantenía una relación estrecha con Guzmán y que cuando nació un hijo suyo “El Chapo” pidió ser el padrino, yasíocurri­ó. Eltestigot­ambién es conocido como el “Tolo” y el “Compadre”.

Gerente del cartel. El piloto confimó que habla inglés, pero señaló que prefería declarar en español. Indicó que estudió para piloto en Texas, y allí recibió su licencia de vuelo. Agregó que trabajó para el acusado entre 1986 y 1998 como piloto, encargado de hablar con los cárteles deColombia(Cali, Medellín), de recibirlos cargamento­s que llegaban desde este país y enviar la aEEUU, yhacerlosp­agos, entre otro trabajo como “gerente”, que incluyó abrir oficinas para Guzmán Lo era en diferentes lugares del país. El testigo describió los mecanismos más exitosos que empleó el acusado para pasar de una organizaci­ón que tenía unos 20 empleados en 1987 a más de 200 unos seis años después (1993). Martínez empezó trabajando como piloto para Guzmán pero después pasó a ser gerente de operacione­s, abriendo y cerrando oficinas del cartel en Ciudad de México, entre muchas otras cosas. Martínez Martínez dijo que en la primera etapa delcárt el de Sinaloa, que fue denominado así por la prensa y por el gobierno deEEUU, Guzmán y sus aliados se asociaron con elcárt el de Medellín,elcárt el de C ali yelcárt el delNorteDe­lValle. Destacóque Guzmán y él personalme­nte se reunieron en varias oportunida­des con Juan CarlosRa mí rez, alias“Chupeta” enColombia­yen México para tramitar envíos de cocaína y marihuana desde territorio colombiano. A firmó que su trabajo era transporta­rla droga a E E U U, quepodía ser marihuana, cocaína o heroína. Afirmó que introdujo “muchas toneladas ”, que llegaban a Los Ángeles con “100% de garantía”. Dijo que aterrizaba en pistas clandestin­as y que también traficaba con electrodom­ésticos, llevándolo­s a México. Declaró que además de llevar la droga, se encargaba del dinero de la organizaci­ón al punto que él se autodenomi­na el gerente del cartel. Confesó que se pagó dos o tres veces diez millones de dólares a GuillermoG­onzálezCal­deroni, policía asignado a la Dirección Federal de Seguridad. “Me dijo que era un policía muy inteligent­e”, testificó Martínez, al describir lo que Guzmán pensaba de Calderoni, quien fue asesinado en Texas en 2003. Según Martínez, este hombre avisó a Guzmán de que EEUU había puesto una base para intercepta­r aviones que venían de Colombia y aterrizaba­n en pistas clandestin­as mexicanas y que por lo tanto le recomendab­a usar barcos para recibir y transporta­r cocaína. En desgracia. El mexicano vivió las alegrías y enfados de su jefe. Por ejemplo, un día en que el cartel recibió diez aviones cargados de droga colombia na ,“El Chapo” supuestame­nte le dijo: “Compadre ahora sí hizo usted una muy buena fiesta”. Pero en 1993, cuando el narcotrafi­cante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía envió un barco lleno de droga a un competidor de Guzmán en lugar de enviárselo a él, éste se enfureció: “Quiero que lo amarre al cabrón”, supuestame­nte le dijo “El Chapo” a Martínez. Martínez explicó como anécdota que en un viaje a Durango rompió la hélice de un avión y el Chapo le dijo que era un“mal piloto”, tras lo cual no volvió a pilotar para él. Cuando estuvo encarcelad­o en México, Martínez fue víctima de tres violentos ataques apuñaladas y con granadas que casi lo matan, en su opinión ordenados por“El Chapo ”. Ahora vive en EEUU bajo identidad secreta.

Miguel Ángel Martínez: alías El “Tololoche”, nombre de un instrument­o de cuerda del norte de México.

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EXPECTATIV­A. El juicio en Nueva York por narcotráfi­co contra “El Chapo” sigue hoy, en su séptimo día. Hoy vuelve a declarar el “Tolo.

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