Equilibrio necesario
L a carretera CA-13, en un punto cercano al municipio de Tocoa, estuvo tomada por un grupo de ciudadanos que se oponen a la explotación minera en la zona y reclaman la liberación de uno de sus dirigentes, que ha sido procesado por la autoridad competente por daños a la propiedad, y este no es un evento aislado. Por este mismo caso ha habido ya tres fallecidos de manera violenta: un civil y dos miembros de las fuerzas del orden. La preocupación por el cuidado del medio en que vivimos no es nueva. Está claro que, por ahora, este es el único planeta en que podemos vivir y que, en cada territorio, en cada país, todos debemos actuar con responsabilidad para cuidar el agua dulce, más escasa de lo que se cree; para evitar la contaminación de la tierra y del aire, así como para preservar la vida animal y vegetal, que no solo aseguran nuestra alimentación, sino, también, el equilibrio ecológico. En el caso de Honduras, por las dimensiones de nuestro territorio, es evidente que no hemos actuado como deberíamos, ya que, para poner un ejemplo, la tala inmisericorde que padeció nuestro bosque durante décadas aún no ha logrado compensarse. Nuestros padres y abuelos, que no tenían una conciencia conservacionista, pensaban que los recursos naturales eran inagotables, que el mar limpiaba todo el sucio que le llevaban los ríos y que la flora y la fauna nunca se extinguirían. Luego, la realidad y los estudios nos han mostrado otro panorama. Sin embargo, desde hace un par de décadas, la sana preocupación por la conservación del medio en que vivimos se ha visto mezclada con intereses de grupo y posturas ideológicas que utilizan el tema ecológico como caballito de batalla para generar conflictos y como excusa para mantener un estado de cosas que en nada beneficia a la mayoría. Incluso, se ha dado el caso de personas que se han autodenominado representantes de una comunidad sin contar con su aprobación o que han recibido y hecho uso de fondos de organismos internacionales o de otros Estados para beneficio personal o para viajar por el mundo dizque defendiendo el medio ambiente. Es urgente que se busque un equilibrio entre conservación y desarrollo y, sobre todo, que los políticos de oficio saquen las manos de este tipo de asuntos, que son de interés nacional. Podemos continuar alumbrándonos con candil y acarreando el agua en burro, podemos perpetuar la pobreza y dejar que la riqueza descanse en el subsuelo; pero lo más inteligente y lo que más nos conviene es cuidar la casa común y, al mismo tiempo, sacar el mejor provecho de ella.