Cambios en el gabinete
Tal como LA PRENSA lo informó hace unas dos semanas, el presidente Juan Orlando Hernández ha anunciado un fuerte remezón en su gabinete de Gobierno que, de acuerdo con algunas fuentes cercanas al mandatario, incluirá la remoción de gran parte de los funcionarios que lo han acompañado durante los últimos cinco años de su mandato y no han superado las pruebas de eficiencia y mediciones realizadas por la Secretaría de Coordinación General del Gobierno; asimismo, otros que se han anquilosado y ya no dan para más. El equipo del presidente Hernández está actualmente compuesto de siete gabinetes sectoriales, 12 secretarías de Estado y al menos 21 instituciones gubernamentales. La mayoría de ellos se desempeñan en sus funciones desde su primer mandato constitucional, que se inició el 27 de enero de 2014. Muchos de los cuales ya han presentado, como es de estilo cada fin de año, su renuncia a sus respectivos cargos. Se percibe que estos cambios los hará el mandatario para mejorar la capacidad de servicio y de la gestión pública, lo que podría calificarse como una modernización de su administración, pensando –tal como él lo ha referido en ocasiones anteriores– en el mejor interés del país, en términos de una buena práctica administrativa con un alto nivel de eficiencia. El recorte anunciado entendemos también será para nuestro servicio exterior, buscando un nuevo giro a la política exterior de Honduras, pues muchos embajadores o jefes de misión se han ralentizado en sus respectivas funciones y no han aportado nada al Ejecutivo ni han cumplido con sus principales funciones, como son las de promover los intereses nacionales, mejorar el conocimiento de nuestra identidad nacional y promocionar nuestra imagen de país. Si bien es cierto que existen excelentes diplomáticos, también es cierto que muchos son improductivos a los altos intereses del país y se han empalagado con las mieles del poder, que sería la percepción del gobernante para su remoción. Estos cambios vienen en los momentos más conflictivos y de coyuntura política y social que vive el país, por ello, como se ha anunciado, será el setenta u ochenta por ciento del equipo de gobierno que será sustituido por representantes de diversos sectores de la sociedad civil, del sector informal de la economía y de los partidos políticos emergentes, tratando de integrar un gobierno de unidad e inclusivo, que sería una de las exigencias del gran diálogo nacional. Aunque no se ha precisado aún con exactitud se conoce a través de algunas fuentes consultadas que estos cambios se harán en algunas instituciones claves para nuestra vida institucional, tales como la Secretaría de Educación, Seguridad, entre otras, y algunos cambios en el gabinete económico y en el agrícola para impulsar algunos sectores como la mediana y pequeña industria. Sin que se deba olvidar, por supuesto, el sistema de méritos para su nombramiento, debiéndose conservar aquellos cuadros que en lo concerniente han enaltecido al país.