ESLOVACO BUSCA EN HONDURAS A SU HIJA DESAPARECIDA
El extranjero junto a un sacerdote de su misma nacionalidad buscan a la mujer tras identificarla en una fotografía hace un año en una oenegé
La dieron por muerta en Inglaterra, pero su padre tiene la esperanza de encontrarla en La Ceiba
LA CEIBA. Su instinto de padre lo trajo a Honduras desde Eslovaquia con la esperanza de un milagro: encontrar con vida a su hija que fue declarada muerta hace tres años en Inglaterra, país donde ella residía. Desde ese tiempo Stanislav Aschwierer viene buscando a su hija Michaela Pugh (de 40 años), quien desapareció misteriosamente de la ciudad de Guildford, Inglaterra, donde la dieron por muerta, y ahora sus esperanzas de encontrarla viva están en Honduras. En esa angustiosa búsqueda, el padre encontró hace un año en las redes sociales una fotografía de una organización no gubernamental que opera en La Ceiba, en la que aparece su hija con un grupo de niños. Aunque la imagen no muestra el rostro de la mujer, las características de su cuerpo hacen creer a este hombre eslovaco que su hija está viva y en Honduras.
Larga espera. El tiempo se hizo eterno para encontrar un contacto en Honduras, pero fue a través de la Congregación de la Misión o los Padres Vicentinos que logró ubicar al sacerdote Jaroslav Jasso, también de nacionalidad eslovaca, y que ya había estado de misionero en la costa de Honduras. Fue así que Stanislav Aschwierer emprendió su viaje desde Ružomberok, Eslovaquia, hasta La Ceiba, donde desde hace tres días está recorriendo la ciudad para ubicar a su hija. Según Jaroslav, la mujer que buscan lleva tres años desaparecida y su caso es un misterio de dolor y angustia para su familia. “Ella se casó con un hombre inglés, vivió en Inglaterra 20 años con él, y después se divorciaron”, compartió el sacerdote. Después de ese divorcio, Michaela Pugh decidió volver a Eslovaquia, donde estuvo un año y medio. “Después ella decidió regresar a Inglaterra, ¿y qué pasó?, un día la Policía inglesa descubrió su coche abandonado en una ciudad; el auto tenía todos los documentos de ella, y desapareció y no volvieron a saber nada de ella”, recordó Jaroslav. Después de eso, contó que la Policía británica puso una nota, “pero nadie sabía dónde estaba. Hace un año apareció esa foto en las redes con esos niños, y aquí es 100% que es ella, su papá y mamá descubrieron que es ella y que apareció en La Ceiba con una organización. Con esa foto ya salió nueva esperanza para esta familia”, recalcó. Días después a su desaparecimiento, su exesposo la declaró muerta ante las autoridades de Inglaterra, “eso es una gran injusticia, porque eso no es verdad, normalmente nosotros en Eslovaquia tenemos que esperar mínimo siete años para declarar muerta a una persona que está desaparecida”, explicó. El sacerdote junto a la padre de la mujer han acudido al Ministerio Público, Migración y otras instituciones gubernamental es con el fin de rastrear el nombre de la desaparecida, aunque sospechan que se haya cambiado su identidad. Ayer continuaban gestionando las formas de cómo contactar a los encargados de la oenegé de voluntarios, donde creen que estuvo Michaela Pugh.
"LA OENEGÉ TIENE QUE DARNOS INFORMACIÓN, SI SABEN SI ELLA ESTÁ EN LA CEIBA"