Buscan evitar más muertes de buceadores de langostas
Organizaciones internacionales capacitan a langosteros para evitar muertes por síndrome de descompresión Expandir el programa a La Mosquitia, los Cayos y La Ceiba costará L7 millones
UTILA. Cientos de buceadores hondureñ os arriesga n su vida sumergiéndose en las profundidades del mar Caribe para buscar las codiciadas langostas, que se han convertido en el único sostén de sus familias. Al menos 18 buceadores murieron a causa del síndrome de descompresión, también conocido como la enfermedad del buzo, durante la temporada de pesca 2018, según datos de la Asociación Misquita Hondureñ ad eB uzos Lisiados. Uno de estos buceadores murió a pocos metros de la cámara hiperbárica en Utila, Islas de la Bahía, donde organizaciones local ese internacionales decidieron unirse para buscar una solución y evitar que los pescadores hondureños sufran esta enfermedad que consiste en la formación de burbujas de nitrógeno proveniente de gases di sueltos en los tejidos, al producirse una reducción de la presión ambiental, que puede causar parálisis o la muerte. Mario René Reyes conoce de prime- ra mano los efectos de la descompresión. Estebuceadorde 48 años, con más de 30 años de experiencia, sufrió un accidente hace un año y todavía sufre las consecuencias .“Estaba buceando a unos 120 pies de profundidad cuando sentí que mi regulador no dejaba pasar el aire, se había tapado por el sucio. Miré hacia arriba y me dije ‘tengo que salir’, así que comencé a nadar, es una experiencia horrible”, relató el buceador originario de La Ceiba. Por salvar su vida, Reyes rompió una de las reglas básicas de buceo que desco- nocía por completo. “Si un buzo asciende rápidamente, el nitrógeno disuelto en los tejidos pasa a formar burbujas que pueden bloquear el flujo sanguíneo. Dependiendodela profundidad, esnecesariohacer distintas pausas antes de llegar a la superficie”, explicó el doctor Cornelio Corrales, quien trató a decenas de buceadores afectados por este síndrome en Utila. Dos horas después de llegar al cayo para descargar el producto, Reyes comenzó a sufrir los síntomas. “Sentí que mis pies se estaban poniendo pesados y después ya no podía caminar. Cuando llegue a la cámara hiperbárica las burbujas ya se habían extendido por mi columna”, recordó. Mario recibió 15 sesiones de tratamiento para “limpiar el nitrógeno” de los tejidos.
Programa piloto. “La cámara hiperbárica está aquí para tratar los diferentes accidentes de buceadores, incluyendo a los turistas y los buceadores de langosta”, afirmó Kisty Engel, cofundadora del Centro de Investigación de la Ballena Azul (WSORC) y el Utila Hy-
"elbuceodelangostaesdelo quevivimos, no haymásfuente deempleo” "certificamos a 24 buceadores y buscamosfondos para expandir el programa” "el objetivo es enseñar las medidas de seguridad a los buceadores"
perbaric Chamber y Trauma Center. “Unodelosmayoresretosque hemosenfrentadoeselcostosotratamientodelosbuceadores de langosta que vienen al centro, así que diseñamos un planparaevitarquesufranestetipodeaccidentesmientras bucean”, agregó. ElWSORCconvocóalaRedde Alerta de Buceadores (DAN, por sus siglas en inglés) y la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (Padi), para patrocinar el Programa deBuceadoresdeLangostade Utila, con el fin de capacitar a los langosteros y proveerles equipo moderno y seguro. “El entrenamiento se basa en la teoría detrás del buceo, las medidas de seguridad en las profundidades. También les enseñamos sobre la enfermedaddedescompresión, losprimeros auxilios y qué hacer en casodeemergenciacuandose encuentrenenelmar”, explicó AndreaIzaguirre, instructora debuceodelprogramapiloto. La primera fase del curso logrócertificara24buceadores deloscayosdeUtilayparaeste año esperan alcanzar a otras 150 personas. “Tenemos una lista de espera y buscamos en el futuro extender este programa a La Mosquitia, Cayos Cochinos, LaCeiba, Guanajay Roatánparabeneficiaracientos de buceadores”, destacó el coordinadordelprogramaBogdan Stadniciuc. Al finalizar el curso, los buzos reciben su certificación Padi en aguas abiertas, primeros auxilios y su licencia de pesca del pez león tras recibir un taller sobre este depredador de los arrecifes.
Financiamiento. Pese a que la industria langostera en Hondurasreportóingresosdemás de 1,000 millones de lempiras en 2017, el presupuesto del programa es el principal obstáculo que enfrentan sus fundadores. “Trataremosdecertificarotros 150 buceadores este año si encontramos el financiamiento paraelprograma. Nosgustaría que el Gobierno de Honduras vealosbeneficiosdelentrenamientoaloslangosterosycolaboreconelproyecto. Tenemos una propuesta en el Congreso y estamos a la espera de una respuesta”, subrayó Engel. La propuesta fue presentada por el diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre) Jorge Cálix y contempla un presupuesto de $306,334.50 (unos 7 millones de lempiras) queincluyelascertificaciones y el equipo de buceo para los langosteros.“Esteprogramaes muy importante, aprendimos lasmedidasdeseguridadenel buceoyloslímitesalosquedebemos llegar”, destaca Reyes, que tras varias terapias volvió a caminar y regresó al mar en busca de langostas, la única forma que conoce de “ganarse la vida”.