Más de 250,000 empresas no tienen acceso a la banca

Rubros como los taxis son algunos sectores con potencial de crecer a partir de servicios bancarios En Honduras hay 25 empresas de fintech

SAN PEDRO SULA. El acceso a internet y el desarrollo de la tecnología son dos vías para expandir la inclusión financiera a las más de 250,000 empresas que aún no tienen acceso a servicios bancarios en Honduras. Como en el resto de América Latina y el Caribe, esta industria goza de un extraordinario potencial, pese a que existen retos en el acceso a financiamiento, las regulaciones actuales y la débil apertura al diálogo. En Honduras, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) a través de su Comité Fintech e Innovaciones Tecnológicas, creado en febrero pasado, busca promover la innovación regulatoria y de supervisión, encaminada a promover productos y servicios financieros formales para todos los estratos, sobre todo a la población con menores ingresos económicos. Para avanzar en esa dirección, los responsables de la iniciativa han sostenido encuentros con empresas del sector, entre ellas Smartaxis Central y Noncash. Esta última es una plataforma para recibir pagos por tarjeta de crédito o débito desde el celular y de cualquier parte del mundo. “El rubro de taxis estaba casi fuera de la banca. Hace un año, una compañía de taxis comenzó con nosotros, con nueve vehículos y procesaban L9,000 al mes. Hoy tienen 22 vehículos y procesan cerca del cuarto del millón mensual. Vemos un crecimiento grande de una empresa cuando logra bancarizarse”, dice José David Castro, de Smartaxis Central, plataforma de pagos que permite que los taxis reciban tarjetas de crédito o débito.

Desafíos. Para Danilo Antúnez Mejía, presidente de la Asociación de Empresas de Tecnologías de Honduras (Asemtech), el crecimiento de las Fintech a nivel nacional es lento, “porque debe ir de la mano al crecimiento del sector financiero”. Para este tipo de servicios financieros tecnológicos es preciso un respaldo económico que solo la banca puede brindar. Sobre ello, Antúnez Mejía considera que pese a que hay desarrolladores con el talento, se necesita que la banca modernice “sus servicios y su forma de trabajo”. “Las comisiones son las formas más lentas para avanzar. Necesitamos mesas de trabajo más específicas y tener avances más tangibles, porque una regulación o una política pública tarda cuatro o cinco años”, añade.